sábado, 13 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Capricornio (III)


TIEMPOS DE ANGUSTIA

5 Jesús comenzó a decirles: Mirad que nadie os induzca en error. 6 Muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy; y extraviarán a muchos. 7 Cuando oyereis hablar de guerras y rumores de guerras, no os turbéis, es preciso que esto suceda; pero eso no es aún el fin. 8 Porque se levantarán pueblo contra pueblo y reino contra reino; habrá terremotos por diversos lugares; habrá hambres: ese es el comienzo de los dolores.

Mientras hemos permanecido recorriendo las sendas de los Planos anteriores, representando los guiones de cada uno de los Elementos precedentes: Fuego, Agua y Aire, en ninguno de los pasajes, Jesús-Cristo, advirtió que el Mundo que Dios ha creado, tendría un final catastrófico. Resulta difícil entender, llegado este punto del camino, que Cristo, el Mensajero del Amor, el Arquetipo de la Liberación, nos anuncie en las puertas del Mundo Material, que ese mismo mundo se destruirá, que todos sufriremos, víctimas de guerras, hambres y terremotos. ¿Cómo un Dios de Amor, puede hablar de dolor y destrucciones físicas?

El mismo, nos advierte en este pasaje: “Mirad que nadie os induzca en error. Muchos vendrán en mi nombre, diciendo: Yo soy; y extraviarán a muchos”.

Aquellos que se encuentran entre los “extraviados”, son aquellos que se han dejado seducir por profecías de destrucción. Cristo es Amor, y el amor nos libera de cualquier sufrimiento, pues el sufrimiento tal y como lo entendemos, es un sentimiento de la personalidad material, la cual, identificada con el Mundo Físico, se apega a este y experimenta dolor, cuando la dinámica cósmica le exige evolucionar, desapegarse, liberarse, trascender.

La Voz que Cristo nos anuncia que hay que oír, es la voz interna de nuestra consciencia. Es en esa “sinagoga”, en ese Templo, donde debe oír hablar de guerras. No debemos turbarnos, pues es preciso que esto suceda; es decir, es preciso que se establezca ese estado de lucha entre nuestras dos personalidades. Es algo ineludible, pues cuando decidimos Trabajar para nuestro Yo Espiritual, cuando decidimos invertir el rumbo de nuestra nave, entonces, el mundo que habíamos creado y en el que habíamos crecido, deja de interesarnos, lo que no será un transito cómodo, pues la vieja personalidad tratará de seguir sobreviviendo.

Aquellos que hayan experimentado el despertar de la consciencia, sabrán reconocer lo que decimos, habrán vivido terremotos, pues la Nueva Fuerza, al ser de una vibración superior, desintegrará aquellas viejas edificaciones que hayan sido construidas sobre falsos cimientos. Habrán pasado hambre, en el sentido de que su Cuerpo Emocional, al vibrar a un nivel superior deja de devorar los alimentos del Mundo Material. No son esos los manjares que satisfacen el nuevo apetito; el nuevo hambre será espiritual. Ese será el “comienzo” de los dolores.

viernes, 12 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Capricornio (II)


LA CUESTION DEL FIN

3 Habiéndose sentado en el monte de los Olivos enfrente del templo, le preguntaban aparte Pedro y Santiago, Juan y Andrés: 4 Dinos cuándo será esto y cuál será la señal de que todo esto va a cumplirse.

En esta secuencia, el cronista nos ofrece la oportunidad de conocer algunas de las características que predominan en el Elemento Tierra, y en especial, en el signo de Capricornio.

En primer lugar, nos revela que Jesús-Cristo se encontraba sentado en el monte de los Olivos. Ese estar sentado nos refiere un estado de pasividad, y si analizamos la clasificación de los signos por la cualidad de sus Fuerzas, obtenemos que los del Elemento Fuego y Aire, son signos masculinos y activos, y los de Agua y Tierra, son femeninos y pasivos. Con esta clasificación obtenemos información sobre las características propias de los signos, y si determinamos que Capricornio es un signo femenino-pasivo, a pesar de tratarse de un signo cardinal-Yod, es decir, un signo de iniciativa, la condición pasiva debemos entenderla como una tendencia receptiva. Por lo tanto, Capricornio se nos presenta como la capacidad activa de la percepción, en el sentido de que se recepcionan una serie de estímulos vía sensorial que nos permiten movilizar la voluntad constructora, la capacidad de actuar físicamente.

Sentarse en el monte de los Olivos es quedar en estado de receptividad, en espera de percibir el Mundo en el que nos encontramos. Que sea en un monte cuyo nombre es el de los Olivos, nos añade una significativa referencia, a la cima que ha alcanzado al culminar sus Trabajos en los Tres Elementos anteriores y que le ha llevado a elevarse por encima del valle, es decir, del hábitat común de los humanos. Esa elevación es un estado espiritual que todos lograremos cuando alcancemos la instancia Tierra, y tras haber conquistado los anteriores Planos.

El monte de los Olivos, es el monte del Amor, pues el olivo, como ya hemos tenido ocasión de ver en otra parte de esta obra, es el árbol donde crece el fruto que da lugar al aceite sanador y curativo. Ese olivo es el símbolo de la sublimación emocional y del logro de la armonía interna. Elevarnos hasta él y sentarnos en su cima, nos lleva a adquirir una disposición de dominio, de confianza, de sabiduría.

Ese estado espiritual es el preludio de que nos encontramos en las últimas fases de nuestro recorrido. Desde esa altura, vemos más allá de los horizontes convencionales; desde ahí estaremos en condiciones de revelar lo que ha de venir; y nuestras tendencias internas que están siguiendo el camino hacia la luz, cuando perciben lo que está a punto de ocurrir, se ponen en movimiento rápidamente, pues las palabras del Maestro han sido interpretadas como una orden que ineludiblemente se ha de cumplir. ¿Dónde, cómo, y cuándo se han de cumplir esas palabras?

La responsabilidad, el compromiso con nuestro guía interno, con la voz que ejerce la autoridad en nuestra existencia, nos lleva a poner atención en sus palabras, pues nuestra voluntad ejecutiva es conocer con todos los detalles, hasta la última coma de su mensaje.

Esta es la razón de que los representantes más selectos de entre los discípulos de Cristo, Pedro-Tierra, Santiago-Fuego, Juan-Agua y Andrés-Aire, se acerquen al Maestro aparte, y se interesen por los detalles y señales que han de manifestarse, que han de revelarles el momento en el que ocurrirá ese evento.

Los estudiantes de esoterismo cristiano, y todos aquellos que han elegido por libre voluntad seguir el sendero de Liberación del Cristo, llegan a alcanzar un punto en el que les preocupa conocer cuando se producirá el momento espiritual en el que el Mundo Material podrá ser trascendido.

Esta necesidad evolutiva no es siempre bien interpretada por todas las corrientes espirituales, por todas las religiones; así vemos como muchos defienden que el final del mundo está a la vuelta de la esquina; que tan sólo un numero reducido de fieles serán los que se salvarán; que una catástrofe pondrá fin a la Tierra. Sin embargo, no es eso lo que Jesús-Cristo ha dicho, o lo que al menos se ha recogido que ha dicho.

El mensaje del Maestro, durante todo su apostolado, ha sido un mensaje dirigido al alma, al ser interno, y no a la personalidad material; pues Él, mejor que nadie, conoce que este reino es perecedero; y si es así, para qué molestarse en profetizar un hecho que tarde o temprano se ha de manifestar y que forma parte del orden creativo y evolutivo. Como digo, su mensaje esta dirigido al verdadero Ser que mora en nuestro Cuerpo Material. Es nuestra personalidad espiritual la que debe despertar con sus palabras. Debemos saber que lo que se construye un día será destruido al siguiente, pues el orden de las cosas así lo manifiesta. Nuestros discípulos internos intuyen, perciben mejor dicho, de que el final de un modo de ser se acerca. Ya no es tiempo de filosofías, de sentimientos, ni de creencias, es la hora de construir y debemos hacerlo sobre lo ya construido, por lo que antes de llevar a cabo esta acción, deberemos estar dispuestos a demoler las viejas edificaciones. Un nuevo Templo se ha de elevar, como ya hemos dicho, y las características de este serán diferentes a las del anterior.

La señal de que esto ocurrirá, tan sólo nuestro Maestro interno lo sabe. Es a Él a quien debemos dirigirnos para conocer cuándo dejaremos este Plano para pasar a habitar las Moradas Superiores. Tan solo Él tiene la respuesta. Cuando estemos preparados se abrirán nuestros ojos, y dejaremos de ser tan solo ciudadanos conscientes de un solo mundo.

De nuestra capacidad de comunicarnos con el Maestro interno dependerá el que necesitemos vivir externamente la demolición catastrófica. Si no aprendemos por vía interna, lo haremos por la externa; pero esa decisión es particular, y si entre todos nos ponemos de acuerdo y comenzamos a hablar una sola lengua, difícilmente tendrá que ser el dolor la vía de aprendizaje.

Pongámonos en marcha y comuniquémonos con nuestro Maestro interno. Preguntémosle al Amor que anida en nuestro interior, cuándo nos desprenderemos de las piedras de nuestras edificaciones.

jueves, 11 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Capricornio (I)


LA MAGNIFICENCIA DEL TEMPLO

1 Al salir Él del Templo, díjole uno de los discípulos: Maestro mira que piedras y que construcciones. 2 Y Jesús les dijo: ¿Veis estas grandes construcciones? No quedará aquí piedra sobre piedra que no sea demolida.

La Entrada de Jesús-Cristo, la Nueva Consciencia que trasciende lo material, en el Mundo de Malkuth-Capricornio-Tierra, no puede ser más directa y concreta. Una vez que abandone el Templo de la Verdad del Aire, de las creencias, ese mismo Templo adquiere una nueva visión mucho más concreta y material, por lo que uno de sus discípulos, que aunque el cronista no lo indica, no sería extraño que fuese Pedro-Capricornio, le hace una observancia sobre la majestuosidad: “Mira que piedras y que construcciones”.

Se está refiriendo al aspecto externo del edificio, a su expresión material, lo cual nos revela que nos encontramos en los Planos donde la energía se manifiesta con ropajes tangibles. Pero Jesús-Cristo, no viene a magnificar y elogiar el Mundo Material, pues ello justificaría su perpetuidad, un aspecto eterno del que carece. El viene a dignificar a su Padre, el verdadero Ser Espiritual que todos llevamos dentro y el verdadero origen y causa de nuestra existencia. Es por ello, que su respuesta es dura y concreta: “No quedará aquí piedra sobre piedra que no sea demolida”.

Este mensaje debemos aplicarlo a todos los aspectos de nuestra personalidad material; no pretendamos permanecer o poseer eternamente en este mundo que, como ya hemos dicho en otras ocasiones, es ilusorio y pasajero. Si levantamos algún templo, que este se construya en el silencio de nuestra consciencia, pues ahí es donde únicamente viviremos en eternidad.

Muchos investigadores han pretendido ver en ese Templo, el Cuerpo Físico del hombre. No están muy desorientados en sus conclusiones; y el aspecto de demolición al que se refiere Cristo, debemos entenderlo en terminología evolutiva, pues cuando culminemos los Trabajos de este Cuarto Día de la evolución, y pasemos al Quinto Día, el cuerpo más inferior donde se desarrollará la existencia, será el Etérico Superior y el Astral, donde la materia densa habrá sido demolida. La Vida continuará en otros Planos de Manifestación. Malkuth se desintegrará, y el Mundo de Formación adquirirá un especial protagonismo.

miércoles, 10 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Aire-Tierra (VI)


EL OBOLO DE LA VIUDA

41 Estando sentado enfrente del gazofilacio, observaba como la multitud iba echando monedas en el tesoro, y muchos ricos echaban muchas. 42 Llegándose una viuda pobre, echó dos leptos, que hacen un cuadrante, 43 y llamando a los discípulos, les dijo: En verdad os digo que esta pobre viuda ha echado más que todos cuantos echan en el tesoro, 44 pues todos echan de lo que les sobra, pero esta de su indigencia ha echado cuanto tenía para vivir.

Tenemos que situarnos en el estadio espiritual en el que nos encontramos, para comprender el mensaje de este punto. Recordemos que nos hallamos en la fase de Transición entre Géminis y Capricornio. Por un lado, tenemos a un mundo que muere, el de las ideas, y que tras morir la voluntad activa que movilizaba el poder del pensamiento, nos deja al alma viuda, poseedora de mucho conocimiento, pero pobre en saber práctico para sobrevivir en el Mundo de los expertos constructores, en el de la Tierra.

Por otro lado, la crónica nos presenta las características generales de los que ya se encuentran en plena experiencia de Malkuth-Materia-Capricornio. Esa multitud entre la que se encuentran incluso los ricos-Tauro, está representando a las Fuerzas del Plano de Acción, y por lo tanto, el Elemento Tierra. Ellos deben pagar al Cesar lo que es del Cesar, y su modo de satisfacer y mantener viva su espiritualidad es dando unas monedas en el tesoro.

Jesús nos describe un pasaje hermoso y nos revela una verdad profunda que difícilmente vemos y aplicamos en nuestra vida.

Cuando aún siendo “viudas pobres”, es decir, nos encontremos ante la necesidad de llevar al mundo práctico nuestras creencias, y damos, o mejor dicho, actuamos dando todo lo que tenemos, entonces, habremos dado mucho más que aquellos que, teniendo en abundancia, no actúan. Ese es el mensaje Crístico en este punto del camino. Si actuamos con amor, aún siendo inexpertos en el arte de construir, estaremos evolucionando más rápido que aquellos que, teniendo a su alcance los medios, tan solo dan lo que les sobra, es decir, cumplen con su cometido, pero sin arriesgar sus posesiones, pues se sienten tan apegados a ellas que ello les impide actuar como la viuda pobre, que nada la retiene dentro de un mundo que aún no ha conquistado.

martes, 9 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Aire-Tierra (V)


ORIGEN DEL MESIAS

35 Tomando Jesús la palabra, decía enseñando en el Templo: ¿Cómo dicen los escribas que el Mesías es hijo de David? 36 David mismo, inspirado por el Espíritu Santo, ha dicho: Dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi diestra hasta que ponga a tus enemigos debajo de tus pies. 37 El mismo David le llama Señor, ¿de donde, pues, viene que sea hijo suyo? Una gran muchedumbre le escuchaba con agrado. 38 En su enseñanza les decía: Guardaos de los escribas, que gustan de pasearse con rozagantes túnicas, de ser saludados en las plazas 39 y de ocupar los primeros asientos en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes, 40 mientras devoran las casas de las viudas y simulan largas oraciones. Estos tendrán un juicio muy severo.

Cuando alguien nos pregunte, ¿quién eres?, la respuesta más común, después de haber titubeado unos minutos, pues pocas veces nos hemos planteado estas cuestiones cuando nuestra consciencia se encuentra identificada con el mundo material, será: “Soy hijo de... y mi nombre es...” Por lo tanto, extraemos de esa contestación que tenemos una identidad y esta procede de nuestra genealogía familiar.

Esa es la respuesta que sabe dar nuestra tendencia llamada "escribas", los representantes de nuestra personalidad material y pasajera.

La rama genealógica de David nos lleva hasta José, el carpintero, padre físico de Jesús La tradición revelaba que el Mesías procedería de la cuna de David, por lo tanto, Jesús, el Mesías, era legítimo heredero de la Sangre Divina. Sin embargo, Jesús-Cristo arroja más luz sobre este asunto de identidad. El trae una misión que no debe olvidar, elevar la consciencia humana, petrificada en la Columna de la Izquierda -de la Forma-, llevándola a vislumbrar una nueva verdad, la única y verdadera realidad, la del Espíritu

Es hora de renovar nuestra identificación con la personalidad material; es hora de que dejemos de conocernos tan solo en lo externo y tangible, en lo perecedero; es hora, de que sepamos que nuestra verdadera esencia no tiene su origen en David, sino en Kether-Padre, el verdadero Señor.

David representa, dentro del proceso involutivo de la consciencia, el centro de Hochmah; el mismo que ocupa Jesús-Cristo, pero en el proceso evolutivo. La encarnación de Jesús como Cuerpo Físico sí tiene su origen genealógico en David, ahora bien, la esencia espiritual que se unió a Jesús, la Crística, tiene otro origen mucho más elevado, pues se trata de un Querubín, Arcángeles al servicio de Hochmah-Amor.

David -personalidad humana- tiene que llamar Señor al Mesías pues, en verdad, Él es su representante, a niveles materiales.

Es necesario que comprendamos este punto que se nos enseña en el momento en que nos vamos a disponer a afrontar la Iniciación de Tierra, donde la consciencia tiende a oscurecerse. Es necesario que conozcamos nuestros orígenes, material y espiritual, pues así no nos comportaremos como los escribas que, plenamente identificados con su yo profano, actúan tan solo para gratificarlo, paseándose con rozagantes túnicas por las plazas, buscando ocupar los primeros asientos en las sinagogas y en los banquetes.

Si analizamos nuestra sociedad actual, de la que formamos parte, vemos que ha sido inspirada por nuestros escribas internos. Lo que prevalece es la competitividad y el poder. El valor fundamental se otorga en función a los logros materiales que poseemos: títulos, honores, dinero, etc...

El mensaje de Jesús-Cristo revelándonos el origen del Mesías, es que busquemos la verdadera personalidad y que trabajemos para hacerla realidad en nuestras vidas.

lunes, 8 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Aire-Tierra (IV)


EL PRIMER PRECEPTO

28 Se le acercó uno de los escribas que había escuchado la disputa, el cual, viendo cuan bien había respondido, le preguntó: ¿Cuál es el primero de todos los mandamientos? 29 Jesús contestó: El primero es: Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es el único Señor, 30 y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con toda tus fuerzas. 31 El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. Mayor que estos no hay mandamiento alguno. 32 Díjole el escriba: Muy bien, Maestro; con razón ha dicho que Él es único y que no hay otro fuera de Él, 33 y que amarle con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todas las fuerzas, y amar al prójimo como a si mismo, es mucho mejor que todos los holocaustos y sacrificios. 34 Viendo Jesús cuan atinadamente había respondido, le dijo: No estás lejos del reino de Dios. Y nadie se atrevió ya más a preguntarle.

Cuando la Nueva Consciencia ocupe las Tierras del Aire, aquellos que ocupan las tribunas del saber se ponen nerviosos, pues saben reconocer en Ella, una nueva verdad, que aun apoyándose en la anterior que ellos representan, la trasciende. En ese tramo del camino, seremos testigos de un atosigador interrogatorio por parte de los doctores de la Iglesia, hoy doctores de la ciencia, y a niveles internos, nuestra personalidad material, que ataviada con prejuicios y temores, nos lleva a replantearnos nuestras nuevas creencias.

Pero llegará un momento, si hemos sabido dar la respuesta adecuada, que nuestra verdad logrará penetrar en el cuerpo oficializado de los defensores de los antiguos preceptos. Las claves están en no derrocar, ni destruir las verdades antiguas, sino utilizarlas para pronunciarnos en una nueva. Así los escribas, nuestros escribas internos, sabrán reconocer su trabajo, y al mismo tiempo, reconocerán el alumbramiento de un nuevo impulso.

El primer mandamiento, podríamos considerarlo como el origen, la esencia.
¿Qué opinión tiene nuestro Maestro de ese primer precepto? Muchas veces, hemos visto como supuestos representantes de la espiritualidad se han erigidos en maestros y han logrado convencer a muchos buscadores, los cuales les han seguido, sintiéndose identificados con sus palabras. Sin embargo, cuando se les ve actuar, se percibe un comportamiento que da cuerpo a la soberbia, a la altanería y al poder. Cuando se les pregunta, ¿cuál es el primer mandamiento de la ley?, ellos proclaman: “Yo soy Dios... y el poder que poseo me permite conseguir cuanto deseo...”
A niveles internos, debemos hacernos esa pregunta, ¿cuál es el primer mandamiento? Nuestra respuesta debe llevarnos al Espíritu Crístico, y a pronunciarnos como Él lo hizo: “El Señor, nuestro Dios, es el único Señor”, y a continuación comprobar que nuestros sentimientos no traicionan estas palabras, pues si seguimos rindiendo culto a Malkuth-Materia, en su aspecto perceptivo y sensorial, si seguimos buscando satisfacer nuestras apetencias físicas, estaremos sirviendo igualmente al mundo profano y a su rey, el Cesar.

Cuando nuestro escriba interno reconoce que el amor al prójimo está por encima del sacrificio y del holocausto, entonces aparece la señal en nuestra consciencia de que el Amor-Cristo, está ocupando el lugar que antes ocupaba Moisés. El cambio se esta produciendo. El largo viaje de la Nueva Consciencia por los Planos precedentes, ahora da sus frutos en la antesala del Plano Material. Es toda una victoria. Tan sólo nos queda dar el paso final. Qué nuestras creencias se conviertan en actos, y que el perdón sea una realidad.

A partir de ese momento, los interrogadores ya no tienen papel y desaparecen del escenario.

domingo, 7 de febrero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Aire-Tierra (III)


CUESTION DE LA RESURRECCION

18 Se le llegaron algunos saduceos, de los que dicen que no hay resurrección y le preguntaban diciendo: 19 Maestro, Moisés nos ha prescrito que, si el hermano de uno viniere a morir y dejare la mujer sin hijos, tome el hermano a esa mujer y de sucesión a su hermano. 20 Eran siete hermanos. El primero tomó mujer, pero al morir no deja descendencia. 21 La tomó el segundo, y murió sin dejar sucesión, e igual el tercero, 22 y de los siete ninguno deja sucesión. Después de todos murió la mujer. 23 Cuando en la resurrección resuciten, ¿de quién será la mujer? Porque los siete la tuvieron por mujer.
24 Dijoles Jesús: ¿No estáis equivocados por no entender las Escrituras ni el poder de Dios? 25 Porque cuando resuciten de entre los muertos, ni se casarán ni serán dados en matrimonio, sino que serán como ángeles en los cielos. 26 Por lo que toca a la resurrección de los muertos, no habéis leído en el libro de Moisés, en lo de la zarza, como habló Dios, diciendo: Yo soy el Dios de Abraham, y el Dios de Isaac, y el Dios de Jacob 27 No es Dios de muertos, sino de vivos. Muy errados andáis.
Comencemos analizando qué papel protagonizaban los saduceos en la sociedad donde se desarrollaban los hechos, pues así lograremos entender que tendencia representan anímicamente.
Los saduceos, políticamente defendían el orden establecido, colaborando estrechamente con el poder romano. En lo relativo a lo religioso, eran conservadores; defendían los sacrificios, los ritos, y no aprobaban la evolución doctrinal, no creían en la resurrección.
No nos resultará difícil comprender que la secta saducea, representa un aspecto del alma humana que se encuentra instalada en el reino de Malkuth, donde permanece estancada. Ser saduceo, significa haber alcanzado el Plano de Acción, el haber edificado el templo de la verdad -Arca de la Alianza- y testimoniar: “esta es la única fe, esta es la única verdad”; rendirle culto de un modo permanente y negar cualquier otra manifestación de la luz. Ellos no creen en la resurrección, o lo que es lo mismo, han alcanzado el último tramo del camino, el representado por el Elemento Tierra, y sin embargo, se han identificado tanto con el mundo de las percepciones sensoriales, con la estrecha visión de vida-muerte, que no han sabido ver que el fruto -Tierra- lleva en su interior una nueva semilla; o lo que es lo mismo, el proceso de materialización-muerte da lugar a un nuevo ciclo de experiencia que dará comienzo con el Fuego, es decir, se produce la resurrección de la verdadera esencia.
Cabalísticamente, esto que decimos se encuentra muy bien recogido en las cuatro fases del proceso creador que conocemos con el nombre sagrado de Jehová: Yod-He-Vav-2 He(Yod). La última fase, la 2ª He, es la fase con la que se han identificado los saduceos y todas aquellas consciencias que compartan su falta de visión sobre la resurrección. Ellos -nosotros-, no creemos en el nuevo Yod, y cuando nos encontramos inmersos en la materia, establecemos leyes, normas y preceptos para asegurarnos nuestras permanencia y posesiones, pero no dejamos ningún espacio en blanco en ese gran manual de la existencia para inscribir las pautas reveladas por el nuevo Yod, por la resurrección.
En la vida, podemos aprender esto que estamos explicando. A veces experimentamos fases en la que se producen las características propias de un fin de ciclo, de una muerte. ¿Quién no ha sufrido perdidas afectivas? ¿Quién no ha cambiado alguna vez sus creencias, sus ideas? En esos momentos, algo muere dentro de nosotros, y sin embargo, una nueva energía fluye en el lugar que ocupaba la anterior. Nuevos sentimientos, sustituyen a los que acaban de morir; nuevos pensamientos, restituyen a las viejas ideas. ¿Acaso no es eso una resurrección? ¿Qué hemos experimentado con la renovación? Cuando experimentamos el nacimiento como un modo nuevo de amar o de pensar, nos comportamos como si hubiésemos nacido de nuevo. Un renacer se ha producido en nosotros, una nueva vida se abre ante nosotros.
Los saduceos, fieles difusores de las leyes de Moisés, ponen a prueba al Maestro. Esta prueba será vivida por todos y cada uno de nosotros cuando nos acerquemos a este peldaño del camino. Cada vez, la exigencia es mayor; nuestra vieja personalidad no quiere dejar su potestad a la nueva consciencia que ya tiene trazos muy definidos.
“Si el hermano de uno viniese a morir y dejare la mujer sin hijos, tome el hermano esa mujer y de sucesión a su hermano”.
En tiempos de Moisés, prevalece la consciencia de separación en la humanidad; es por ello que la ley Mosaica tratará de despertar la consciencia de la unidad a través del peso de los preceptos. El hermano, es esa tendencia interior que comparte nuestra propia sangre. Si el muere y dejare la mujer sin hijos, es decir, si deja su Obra inacabada, debemos ser solidarios y hacernos cargo de ella. Con este gesto, el Instructor de la Columna de la Izquierda nos lleva a descubrir que ese hermano forma parte de nuestra vida, está en nosotros, y si descubrimos que su labor no da frutos, debemos prestarnos para ayudarle en esa tarea.
Eran siete hermanos, nos dice la crónica, como siete son los planetas, como siete son los Días de la creación. El numero 7 nos revela un mensaje oculto de perfección, de culminación de un ciclo en las fases correspondientes a un proceso creativo, en su sentido de Ida-involución y de Retorno-evolución. Si esos siete hermanos mueren sin lograr dar frutos en esa mujer, que es el alma humana, cuando resuciten, ¿de quién será la mujer?
Jesús, encontró la respuesta adecuada: “No estáis equivocados por no entender las Escrituras ni el poder de Dios”, o lo que es lo mismo, ¿Acaso habéis comprendido la ley de Jehová -Yod, He, Vav, 2º He(Yod)-?
Esos hermanos, son rostros diferentes de la consciencia; son rostros diferentes de la energía; son voluntades que aun contando con la tierra para sembrar y dar frutos, no lo han dado. Cuando resuciten al final de ese gran ciclo, cuando resuciten de “entre los muertos”, es decir, entre los que se encuentran en la fase 2º He, ya no formarán parte de ese mundo, y encontrándose en un nuevo estado de consciencia, están libres de establecer lazos mundanos, pues habrán conquistado la Unidad.
Podríamos aportar otro enfoque interpretativo en este punto. Jesús-Cristo nos revela que, tras la consecución de la muerte de los siete hermanos y de la mujer, la resurrección nos liberará de los trabajos mundanos, queriéndonos con ello indicar, que cuando la voluntad humana es incapaz de generar frutos materiales a través de su aspecto femenino -mujer-, no provoca lazos en este mundo, por lo que, agotadas las siete fases sin haber dado lugar a obra material, la resurrección, nos lleva a re-nacer a los Mundos Espirituales. Quedaremos libres de lazos kármicos, y con ello, nos permitirá ser como Ángeles en el cielo. Nos convertiremos en guías espirituales para el resto de la humanidad.