domingo, 15 de marzo de 2020

¿Existe diferencia entre la Misericordia y la Compasión?

En la práctica diaria, solemos utilizar estos términos para referirnos a una misma situación, sin embargo, si profundizamos en ellos, podremos adquirir una nueva visión que nos permitirá comprender que en verdad, son conceptos distintos, aunque unidos por un lazo en común, el amor.

Comencemos por analizar su significado, tal y como nos lo describen las referencias oficiales académicas de la lengua:

Real Academia de la Lengua Española:

Compasión.
(Del lat. compassĭo, -ōnis).
1. f. Sentimiento de conmiseración y lástima que se tiene hacia quienes sufren penalidades o desgracias.
Misericordia.

(Del lat. misericordĭa).
1. f. Virtud que inclina el ánimo a compadecerse de los trabajos y miserias ajenos.
2. f. Pieza en los asientos de los coros de las iglesias para descansar disimuladamente, medio sentado sobre ella, cuando se debe estar en pie.
3. f. Puñal con que solían ir armados los caballeros de la Edad Media para dar el golpe de gracia al enemigo.
4. f. Rel. Atributo de Dios, en cuya virtud perdona los pecados y miserias de sus criaturas.
5. f. p. us. Porción pequeña de alguna cosa, como la que suele darse de caridad o limosna.

Wikipedia:

La compasión (del latín cumpassio, calco semántico o traducción del vocablo griego συμπάθεια (sympathia), palabra compuesta de συν πάσχω + = συμπάσχω, literalmente "sufrir juntos", "tratar con emociones...", simpatía) es un sentimiento humano que se manifiesta a partir y comprendiendo el sufrimiento de otro ser. Más intensa que la empatía, la compasión es la percepción y comprensión del sufrimiento del otro, y el deseo de aliviar, reducir o eliminar por completo tal sufrimiento.

Contexto cristiano.
Aunque se dice que Pablo de Tarso (El Apóstol Pablo, en el cristianismo) afirmaba que la compasión es "reír con los que ríen y llorar con los que lloran", enlazando el valor de la compasión con la idea de compartir, este versículo enfatiza más bien la virtud de la empatía. El sentimiento de compasión se ha asociado a un sentimiento pasivo de lástima o pena ante la desgracia que nos produce el dolor de otro. Sin embargo, la solidaridad, como positiva actitud de generosidad y cuidado de los demás resulta psicológicamente incomprensible sin el motivo de la compasión.

Misericordia.
Misericordia es la disposición a compadecerse de los trabajos y miserias ajenas. Se manifiesta en amabilidad, asistencia al necesitado, especialmente de perdón y reconciliación. Es más que un sentido de simpatía, es una práctica. En el cristianismo, es uno de los principales atributos divinos.

Basándonos en el significado que aporta la Real Academia Española, observamos aspectos, desde mi punto de vista, significativos. La compasión es un “sentimiento”, mientras que la misericordia es una “virtud” y un “Atributo de Dios”.

En las definiciones aportadas por Wikipedia, podemos observar, igualmente, esas mismas connotaciones, que, a priori, establece una diferencia importante.

La compasión es presentada como un valor, vinculado a un modo de sentir, que trasciende el amor propio y se extiende, se expande, al amor a los demás.

La vinculación que hemos planteado con la cualidad de sentir, nos indica, que estamos tratando un valor de la naturaleza, propiamente, humana. A diferencia de la misericordia, que en su aspecto de atributo divino, nos vincula a una Virtud de Orden Moral, propiamente, de la naturaleza Divina.

Cuando nos acercamos al conocimiento de la Astrología, con el propósito de extraer información sobre las cuestiones que estamos analizando, descubrimos que el valor de la compasión se encuentra vinculado a la dinámica del signo Piscis, el cual se expresa como el canal por donde se expresa la naturaleza emocional en su fase de exteriorización.

Los signos Astrológicos se clasifican en Cuatro Elementos: Fuego, Agua, Aire y Tierra. Dentro de cada uno de estos Elementos, el Estado de la Energía se expresa de diferente manera: En fase de Inicio, en fase de Interiorización y en fase de Exteriorización.

En la fase de inicio, sembramos; en la fase de interiorización, gestamos y en la fase de exteriorización, actuamos.

Si aplicamos estas dinámicas al signo de Piscis y a la compasión, debemos entender, que para que la energía de Agua-Sentimientos-Emociones, alcance la fase de exteriorización, ha debido de ser sembrada –Cáncer- e interiorizada –Escorpio-.

¿Por qué esto es importante saberlo? Sencillamente, nos ayudará a comprender la razón por la cual, unos tenemos desarrollados el valor de la compasión y otros no. Para poder tener ese valor adquirido, es necesario de que hayamos sembrado la semilla de los sentimientos y, muy importante, que nos hayamos amado correctamente a nosotros mismos –Escorpio-, pues, en definitiva, no podemos dar lo que no tenemos, y la compasión, que es Amar a los demás…, hay que añadirle, “como a nosotros mismos”.

El ser compasivo, el que siente en sus carnes el sufrimiento, el dolor, la pena ajena, lo que está haciendo, es anticipándose a la dinámica del próximo signo en la Organización Zodiacal, el signo de Libra, en el cual, el trabajo que debemos realizar, es el de Unificación de los opuestos, es decir, de los demás.

En Piscis despertamos el sentimiento de compasión, lo que significa que somos “sensibles” al sentimiento de los demás. En el signo de Piscis, se expresará la calidad de los sentimientos que hayamos sembrado en Cáncer e interiorizado en Escorpio. Si consultamos la historia de la humanidad, no tendremos dificultad en apreciar, que esos trabajos, a niveles individuales y colectivos, no se han realizado en las mejores condiciones, puesto que lo que se ha expresado por la puerta de Piscis, nos ha llevado al desorden, al caos, al sufrimiento, al dolor, a la enfermedad, etc.

La compasión, se despierta, habitualmente, por la puerta “falsa” de Piscis, es decir, necesitamos ver escenificado el desorden causado por nuestros sentimientos y emociones para tomar consciencia del recto proceder. A través de Piscis, organizamos el mundo de acuerdo a la calidad de nuestros deseos. Si nuestros sentimientos son elevados, estaremos dando forma a un mundo donde imperará la felicidad, la alegría, el amor. Cuando los sentimientos son de baja calidad, estaremos dando forma a un mundo donde imperará la tristeza, la desolación, el pesimismo, la pena, el miedo y el dolor.

La compasión nos hace sensibles y comprensivos con las manifestaciones de sufrimiento de los demás. En verdad, lo que está despertando en nosotros es el mecanismo de perdón de nuestros errores, los mismos, que dieron lugar al efecto externo con el único propósito de despertar nuestra consciencia. La compasión estará activa en nosotros si hemos sido capaces de sustituir el miedo y el pecado, causa original de todos los despropósitos de la vida, por el Amor y el Perdón. Cuando el valor de la compasión forme parte de nuestra consciencia, corregiremos el error de la “separación” y daremos la bienvenida a la Visión de la Unidad. Al sentir el dolor ajeno, nos hacemos uno con él.

Con respecto a la misericordia, me inclino por el significado que nos refiere que estamos ante uno de los Atributos de la Divinidad. Si trasladamos esta información a la Astrología, tenemos que ubicarla dentro de la dinámica de los signos del Elemento Fuego. Diríamos, que en Aries, signo que representa al Padre (Dios), la misericordia se encuentra como un Potencial Divino; en Leo, signo que representa al Hijo (Cristo), la misericordia adquiere la Virtud del Amor, lo que la enviste con el significado del Perdón y, por último, en Sagitario, signo que representa al Espíritu Santo, la misericordia se expresa en su fase de acción, es decir, se aplica en los Preceptos de Orden Moral y en la Ley, de ahí, que cuando se perdona a un reo, a un culpable, se le está aplicando un acto de misericordia.

Vamos a profundizar en la información que nos aporta la Astrología, pues, nos está dando unas claves muy importantes para ayudarnos a comprender el verdadero significado de la misericordia.

Hemos dicho, que la misericordia se gesta en el signo de Leo, donde encontramos la vinculación directa con el Rostro Divino de la Segunda Persona de la Trinidad, El Hijo (Cristo). La figura de Cristo representa el Amor Incondicional. El fundamento de su Enseñanza se basa en el Perdón y vino a sustituir, el antiguo orden en el cual imperaba la Ley del Talión. Con Cristo, nuestro Cuerpo de Deseos, adquiere una vibración más elevada que lo conecta con la capacidad de superar nuestros errores a través del Perdón.

Pero aún existe una Enseñanza más elevada, la que se corresponde con el Padre, y que queda representada por el signo de Aries. En este Arquetipo, la Energía se manifiesta en el Estado de Unidad. Todo es Uno. En este nivel de consciencia, el Perdón, no es necesario, pues no se ve el error; no existe el pecado. Todo es Paz.  Ese es el verdadero significado de la Misericordia, el de reconocer el Estado Eterno de la Inocencia del Hijo de Dios.

Como bien recoge el inspirado cabalista, Kabaleb, en su obra “Los Dioses Internos”, si somos ricos en misericordia, seremos incapaces de sentir rencor hacia nuestros enemigos. La actitud misericordiosa va más allá que el simple perdón, porque el perdón se refiere siempre a un hecho concreto que hemos considerado y hemos decidido perdonar. En cambio, la misericordia es un impulso primordial que está ahí y que perdona, por así decirlo, incluso antes de que la ofensa se haya producido. Es el perdón como sistema, como principio, sin tener demasiado en cuenta la ofensa en sí. Pero no hay que entender que misericordia sea cerrar los ojos ante una realidad desagradable dando patente de corso al otro para que siga equivocándose. Esta virtud lleva propiedades activísimas que transforman a su beneficiario, inculcándole esa misma actitud ante la vida. Por ello la misericordia es la vía del progreso rápido, porque suprime el tiempo que se tardaría en vivir el karma que la injuria ha generado y el tiempo que supondría el vengar la afrenta y el que el otro emplearía en vengarse a su vez de la que le hemos inflingido.

Un Curso de Milagros, se pronuncia, igualmente, sobre el atributo más elevado de la divinidad, la misericordia y nos revela:

“Dios ofrece únicamente misericordia. Tus palabras deben reflejar sólo misericordia porque eso es lo que has recibido y eso es lo que deberías dar. La justicia es un expediente temporal, o un intento de enseñarte el significado de la misericordia. Es juzgadora únicamente porque tú eres capaz de cometer injusticias”.

“El Hijo de Dios fue creado del amor, y mora en el amor. La bondad y la misericordia le han acompañado siempre, pues él jamás ha dejado de extender el Amor de  su Padre”.

“Y Dios Se alegra cuando Su Hijo recibe lo que la amorosa justicia sabe que le corresponde. Pues el amor y la justicia no son diferentes. Precisamente por­que son lo mismo la misericordia se encuentra a la derecha de Dios, y le da al Hijo de Dios el poder de perdonarse a sí mismo sus pecados”.

“En este mundo el perdón es el equivalente de lo que en el Cielo es la justicia. El perdón transforma el mundo del pecado en un mundo simple, en el que se puede ver el reflejo de la justicia que emana desde más allá de la puerta tras la cual reside lo que carece de todo límite. No hay nada en el amor ilimitado que pudiese necesitar perdón. Y lo que en el mundo es caridad, más allá de la puerta del Cielo pasa a ser simple justicia. Nadie perdona a menos que haya creído en el pecado y aún crea que hay mucho por lo que él mismo necesita ser perdonado. El perdón se vuelve de esta manera el medio por el que aprende que no ha hecho nada que necesite perdón. El perdón siempre descansa en el que lo concede, hasta que reconoce que ya no lo necesita más. De este modo, se le reinstaura a su verdadera función de crear, que su perdón le ofrece nuevamente”.

Comenzaba este artículo diciendo que en el mundo que vivimos es difícil distinguir entre compasión y misericordia. La razón de ello, se debe a que estamos respondiendo al aspecto de la misericordia que trabaja para las leyes de Jehová, es decir, hablamos de misericordia desde el punto de vista en su aplicación a la justicia y a la liberación de nuestros pecados. En estos términos, cuando la figura del juez, emite su sentencia, decimos que es compasivo o que ha tenido misericordia con el condenado, estableciendo una clara relación entre la culpa (herramienta del ego) y el perdón.

Hemos tenido ocasión de conocer, que la misericordia (atributo divino), a diferencia de la compasión (valor humano), va más allá de la aplicación de un acto de justicia, dicho de otro modo, la misericordia que trabaja en la Esfera de Consciencia Crística y que nos conduce a la Patria del Padre, es la Esencia de la Justicia Divina, y Dios al no ver el pecado, ni la culpa, tan sólo se manifiesta en Su Condición de Amor.

Mientras que en nuestra consciencia nos identifiquemos con las leyes que imperan para el ego, para la creencia en que estamos separados, el pecado y la culpa, nos llevará a implorar misericordia que alivie nuestra necesidad de castigo y, como consecuencia de esa falsa creencia, despertaremos el noble sentimiento de la compasión, en una expresión inconsciente, de reconocer nuestro pecado, escenificado en un contexto de dolor y sufrimiento.

Ese sentimiento compasivo debe ser trascendido, puesto que se corre el peligro de que nos identifiquemos con el mundo del pecado, estableciendo una relación causa-efecto, entre la culpa y el castigo. Esta visión nos llevará a sentir “lástima” y a compadecernos de los demás, actitud, que por lo general, nos lleva a sentirnos víctimas de aquello que nos ocurre. Pero esto es un error más que deberíamos corregir tomando consciencia de la verdadera realidad, somos “inocentes”, somos “impecables”, Somos Hijos de Dios, en un proceso de formación que nos permitirá adquirir plena consciencia de los Atributos con los que la Divinidad, nuestro Padre, nos ha creado.

Os invito a ver las cosas de otra manera; os invito a no ver con los ojos del cuerpo, si no con los ojos de Cristo. Os invito a ser misericordiosos con vosotros mismos, pues es la única manera de ser misericordiosos con los demás.

9 comentarios:

  1. Muchas Gracias por este maravilloso aporte

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  2. Gracias, por tu motivadora valoración. Un fraternal abrazo.

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  3. Ver como ve Dios, sentir al otro como a uno mismo, yo soy Tu
    Muchas gracias por tu artículo, maravilloso!!!

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  4. La astrología es considerada una pseudociencia. Es mucho más certero el Dalai Lama con sus explicaciones.

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  5. dajimenezperez@maristastoledo.com

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  6. ¡Que decepción! Empieza bien explicando la misericordia y la compasión y hasta hace referencia a San Pablo, es solamente para ocultar que NO ES CATOLICO NI CRISTIANO al hacer referencia a la astrología, que es condenada en numerosas Citas de La Biblia.
    Por favor, ¡muéstrese tal como es y no se tape con La Biblia" 😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠😠

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  7. Gracias Juan Jose Mejias Peral, amplio y porfundo sostener el sendero largo que desgranas con todas las sutilezas, muy interesante esta vision eclectica que confluye toda en un mismo camino mistico de ser todo amor en accion hacia dentro y afuera en el aqui y el ahora, gracias Juanjo me quedo interesada, saludos y respetos de Clara

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  8. No puedo por menos que pedirte que hagas un analisis entre modestia, mansedumbre y humildad en este dia de la pascua florida, de Pentecostes cua do el Espiritu Santo derrama sus dones y sus frutos, estoy en una busqueda de comorender todas esss sutilezas se que la mansedumbre tiene que ver con la ira o el rencor, que la modestia yiene que ver con el orgullo.. Y siempte me he preguntado que es la autentica humildad, aqui ya has hablado ampliamente de como la misericordia se imbrinca con el perdon y has ampliado mucho mucho, enfin solo puedo decir gracias, mirare el blog... Clara

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