jueves, 16 de mayo de 2019

Los 7 Pecados Capitales: "La Soberbia"

Doy comienzo a un estudio, desde el punto de vista espiritual, de los 7 Pecados Capitales y su vinculación con la salud.

Las Enseñanzas Cabalísticas, establece una relación planetaria con cada uno de los 7 Pecados Capitales: la soberbia (Sol); la avaricia (Saturno); la gula (Júpiter); la ira (Marte); la lujuria (Venus); la envidia (Mercurio); y la Pereza (Luna).

Lo que nos dice Wikipedia:


Soberbia


En casi todas las listas de pecados, la soberbia (en latín, superbia) es considerado el original y más serio de los pecados capitales, y de hecho, es también la principal fuente de la que derivan los otros. Es identificado como un deseo por ser más importante o atractivo que los demás, fallando en halagar a los otros.

En El paraíso perdido de John Milton, dice que este pecado es cometido por Lucifer al querer ser igual que Dios.

Genéricamente se define como la sobrevaloración del Yo respecto de otros por superar, alcanzar o superponerse a un obstáculo, situación o bien en alcanzar un estatus elevado y subvalorizar al contexto. También se puede definir la soberbia como la creencia de que todo lo que uno hace o dice es superior, y que se es capaz de superar todo lo que digan o hagan los demás. También se puede tomar la soberbia como la confianza exclusiva en las cosas vanas y vacías (vanidad) y en la opinión de uno mismo exaltada a un nivel crítico y desmesurado (prepotencia).

Soberbia (del latín superbia) y orgullo (del francés orgueil), son propiamente sinónimos aun cuando coloquialmente se les atribuye connotaciones particulares cuyos matices las diferencian. Otros sinónimos son: altivez, arrogancia, vanidad, etc. Como antónimos tenemos: humildad, modestia, sencillez, etc. El principal matiz que las distingue está en que el orgullo es disimulable, e incluso apreciado, cuando surge de causas nobles o virtudes, mientras que a la soberbia se la concreta con el deseo de ser preferido a otros, basándose en la satisfacción de la propia vanidad, del Yo o ego. Por ejemplo, una persona Soberbia jamás se "rebajaría" a pedir perdón, o ayuda, etc.

Existen muchos tipos de soberbia, como la vanagloria o cenodoxia, también denominada en las traducciones de la Biblia como vanidad, que consiste en el engreimiento de gloriarse de bienes materiales o espirituales que se poseen o creen poseer, deseando ser visto, considerado, admirado, estimado, honrado, alabado e incluso halagado por los demás hombres, cuando la consideración y la gloria que se buscan son humanas exclusivamente. La cenodoxia engendra además otros pecados, como la filargiria o amor al dinero (codicia) y la filargía o amor al poder.


Lo que nos dice la Cábala (Kabaleb):

LA SOBERBIA - SOL


De todos los pecados capitales, la soberbia es el que más funestas consecuencias tiene para la persona que la sufre, porque es un pecado solar, que afecta de una manera global todas las funciones de individuo. Los demás pecados afectan a determinadas tendencias, dejando a otras la posibilidad de actuar correctamente. La soberbia en cambio no lo hace, es una enfermedad de la voluntad y está presente en todas las motivaciones, cualquiera que sea la importancia de la acción a realizar.
Del Sol provienen pues las energías que ponen en movimiento los mecanismos de la voluntad en el hombre. Normalmente, esas energías pasan por los engranajes humanos, que las transforman en acciones. Si el hombre no está maleado, si su conciencia se encuentra en condiciones de imponer su criterio, esos actos, producto de las energías solares, serán conformes a la ley cósmica, puesto que son generados por el normal funcionamiento del universo.

En cambio, si las energías solares no se transforman en actos y se conservan dentro del organismo psíquico del individuo, se produce una sobrecarga energética que hace que la persona se ilumine, por así decirlo, por dentro. Esa luminosidad interior puede conducir a un efecto positivo y a otro negativo. El primero consiste en tomar conciencia de la vida universal, en descubrir la realidad trascendente y saber que uno forma parte del cosmos.

Entonces, ese individuo ya no será una máquina funcionando al ritmo del universo sino un colaborador consciente de la obra divina y proyectará el chorro energético concentrado en él para destruir cristalizaciones y transmutar lo que está fosilizado.

Pero si el individuo, en su fuero interno, no es lo suficientemente humilde como para sentirse una minúscula parte del todo, la luminosidad interior le dará una super consciencia de sí mismo, se creerá un ser separado del resto de los mortales, portador de una misión, poseedor de una sabiduría que hace de él un predestinado, un «salvador», un ser de élite.

Todo en su interior estará trabajando para la edificación del propio Yo y ese edificio de la personalidad será como una muralla que lo separará de las grandes corrientes del pensamiento colectivo, de modo que ya no penetrarán en él las ideas renovadoras, excluidas por la barrera de sus propias certidumbres, que irán así convirtiéndose en arcaicas y desuetas. No trabajará en asuntos de primera línea, sino que pondrá su personalidad al servicio de causas irrisorias, que a él le parecerán sublimes, y para poder conservar su hegemonía, pronto tendrá que ser el enemigo de los auténticos renovadores, porque ante ellos se hará patente la poca consistencia de sus principios. La soberbia no es pues solamente un peligro para quien la padece, sino un mal social de primera magnitud.

Los efectos sobre la persona consisten principalmente en cortarla de la fuente cósmica, haciendo de ella un ser separado, algo parecido a un islote de aguas encharcadas, en las que no tardarán en amontonarse los parásitos. Considerando que un defecto moral repercute en una vida futura bajo la forma de un defecto físico, la soberbia será la causante de todos los problemas derivados de un mal funcionamiento del corazón, órgano regido por el Sol en nuestro cuerpo físico.

Del mismo modo que él quiso ser un mundo aparte, también su corazón lo será y se verá privado del fluido vital, que es la esencia que vitaliza nuestro organismo. Las corrientes sanguíneas serán pobres y la persona estará expuesta a sufrir esa terrible enfermedad que conocemos con el nombre de leucemia. La mala utilización de la voluntad conduce a un efecto en la construcción del órgano que es sede de esa voluntad, o sea el corazón y, por consiguiente, nada en el nuevo organismo funcionará. El correctivo de la soberbia, es la humildad. Para poder avanzar hacia ella, es preciso que el soberbio tome conciencia de su estado y esté dispuesto a trabajar sobre sí mismo.

Lo que nos dice la Astrología:

Elman Bacher: La visión que nos aporta el autor en esta exposición, nos ayudará a comprender la importancia que tiene a nivel astrológico la posición y aspecto (estado cósmico) del Sol en nuestra Carta. El estudio de dicho Luminar nos revelará información sobre el aspecto del Poder y de la Soberbia.

EL SOL - PRINCIPIO Y PODER
Considerando la simplicidad de la estructura de un horóscopo, no podemos dejar de impresionarnos por la profundidad de sus simbolismos. Un centro y doce radiaciones circunscritas por un circulo - eso es todo. Y sin embargo, sirve como una representación del Cosmos. Nada en la simbología representa tanto por tan pocos medios.

La estructura de un horóscopo simboliza la base de la manifestación de cualquier cosa, un ser humano, un evento, una nación o un sistema solar. Cada objetivación tiene su propio patrón o frecuencia vibratoria y el simple dibujo de un círculo con radiaciones desde el centro puede representar el “cuerpo” de esta objetivación.
Consideremos un sistema solar: Se nos dice que el Logos habiendo seleccionado un área esférica de espacio en la aurora de la manifestación, vierte sus energías en el centro, así objetivando un Sol o centro de manifestación. La Voluntad del Logos interpenetra esta inmensa esfera en todas sus partes. Desde el centro -o Sol- se irradian varios campos para la actividad evolutiva. Nosotros llamamos a estos “campos” planetas y cada uno provee una morada para el desarrollo de varios tipos de seres. Cada planeta se halla casi en la misma relación con el Creador que cada color con el Principio de la Luz, o cada tono con el Principio del Sonido.

El Sol, como cuerpo central, es la Voluntad del Logos objetivada y los cuerpos del sistema son las expresiones de esa Voluntad en la manifestación.

El horóscopo, como mapa de los cielos, debe en realidad mostrar el Sol en el centro. Sin embargo, en relación con la Tierra, que es nuestro campo de evolución y para propósitos astrológicos, nosotros incluimos el Sol en la familia de los planetas por esta razón: En términos humanos, la expresión de la Voluntad está aún por desarrollarse mediante procesos evolutivos. La humanidad en su mayor parte, vive en sus negativos, sus sentimientos, temores y deseos. Por consiguiente, la dominación por la experiencia es inevitable. Vivir en la “conciencia Solar” implicaría una identidad completa con el Origen, completo desapego de las exigencias del sentimiento, completo dominio y dirección de todas las facultades expresadas por un ser humano.

Esto en términos nuestros es Maestría. En otras palabras, un maestro, aunque encarnado, determina sus experiencias por radiación de su propio centro, no por respuesta a los impulsos y tendencias de sus planetas. El entonces, hasta donde sea posible, es verdaderamente un creador, él vive en su conciencia Solar.

Desde el punto de vista aun del más mundano acercamiento a la astrología se usa el mismo dibujo. El sitio de nacimiento es el centro desde el cual irradian las distintas experiencias de la vida, en términos de personas, lugares y cosas. El mismo dibujo se usa para representar el “Ego objetivado”; el Yo Superior o potencialidad de Dios es el centro del círculo y los distintos estados o expresiones de esa potencialidad son las posiciones y aspectos planetarios. El horóscopo se ve asimismo como el símbolo de una manifestación de Dios en cualquier aplicación. Puesto que el Sol representa el más elevado estado de conciencia conocido por el hombre, el principio implicado es el principio del Poder - el primer aspecto del Logos.

Nosotros como astroanalistas debemos prestarle una atención muy cuidadosa a los aspectos del Sol en el horóscopo, porque éstos representan los “grados de conciencia de Dios” que la persona ha alcanzado hasta la fecha en su presente ciclo de desarrollo. Todo aspecto solar benéfico, indicador de una aplicación armoniosa o constructiva del principio del Poder, es una redención. Cada aspecto maléfico, se ve que es un obstáculo o perversión del Poder. El Sol es la síntesis de todos los planetas y cualquier planeta identificado con el Sol por aspecto, “disposición“, etcétera, gana de ese modo, en poder y esfera de expresión, tanto espiritual como mundanamente.

Los planetas, particularmente los dinámicos, localizados en Leo, indican que su expresión constructiva debe basarse en el recto uso del poder: las aflicciones indican la tendencia a pervertirlo.

Los horóscopos que tienen el Sol, sin aspectos ofrecen un estudio interesante.
Semejante patrón nos revela que, en este ciclo, la persona implicada está iniciando su Conciencia de poder. El signo de la posición solar nos indica el sendero espiritual o esotérico de este desarrollo.

La casa de la posición solar nos indica dónde, comienza él, en esta encarnación.

Los planetas en Leo y sus aspectos, nos indican los medios a través de los cuales él está tratando de expresar el Principio del Poder y por ellos a través de qué canales su conciencia de Poder se expresará en el futuro. El Sol, en la cuarta casa como quiera que esté aspectado, indica las posibilidades de expresión del Poder en la madurez de la vida. Los aspectos negativos a esta posición indican las personas o las experiencias y reacciones que amenazarán esta realización durante los años de crecimiento.

Fijemos en nuestras mentes la idea que los aspectos afligidos afectando al Sol son problemas serios. Los otros planetas pueden estar en conflicto entre sí y de ahí que resulten muchos problemas; pero cuando la conciencia de poder y de propósito es impedida en su crecimiento, la habilidad de la persona para tratar con sus dificultades planetarias está muy limitada. Las soluciones son entonces más difíciles de encontrar y de aplicarse. En otras palabras, el horóscopo completo se debilita conforme la conciencia Solar sea inhibida o aminorada. Y, por consiguiente, las aflicciones dinámicas en el mapa tienen justamente tanto mayor poder para “afligir dinámicamente”.

La fuerza o la energía, en análisis final, debe controlarse por el poder que irradia del centro. Esclarezca este pensamiento imaginando la posición del Sol como el centro de actividad en el mapa, irradiando sus energías en todas las direcciones. Las cuadraturas y oposiciones al Sol se verán, de ese modo, como líneas de fuerza desde los planetas que intersectan o interrumpen estas irradiaciones a ángulos rectos o de frente, desde el lado opuesto del círculo.

Básicamente, la casa con Leo en su cúspide indica el departamento de vida que contiene su fuente de experiencia de Poder o “lección de Poder”. Cualesquiera condiciones adversas que estén demostradas en esa casa -y puede haber muchas-, expresan lo mejor posible, su poder y autoridad, en los asuntos de esa casa. Los planetas ahí demuestran qué es lo que usted desea expresar, pero Leo en la cúspide indica cómo puede usted expresar esos impulsos. La localización del Sol indica dónde procuramos nosotros dominar directamente y gobernar nuestras condiciones.

Por consiguiente, ese es nuestro “centro” para esta encarnación.

Una gran variedad de “condiciones Solares” son, desde luego posibles. No obstante, cualquier planeta en aspecto favorable al Sol -de esta manera integrado con bastante poder- puede utilizarse como neutralizador de negativos en otras partes del mapa. Cualquier planeta semejante es automáticamente de gran influencia en el mapa y puede ayudar a resolver las discordias.


Kabaleb:


El Sol representa la Voluntad de Kether; es su aspecto visible. En el cuerpo humano, el corazón es el órgano que lo representa, y observando las funciones que realiza podemos comprender como actúa el Sol a otros los niveles. El corazón es el órgano que permite que la sangre llegue a todos los rincones del cuerpo, transportando el alimento y el oxígeno para que todas las partículas que forman el organismo tengan la posibilidad de vivir. El corazón realiza pues una función alimenticia y gracias a su acción todos los átomos de nuestro organismo comen. De igual modo en los rayos del Sol se encuentra ese alimento que, no pudiendo ser asimilado de una manera directa en nuestro actual estado evolutivo, los rayos deben interiorizarse en la tierra y reaparecer bajo forma de trigo, de maíz, de frutas, ya que, en último análisis, toda vida existente en la Tierra es un don del Sol.

El estudiante ya sabe que la sangre es el vehículo del Cuerpo de Deseos y que en ella se encuentran las imágenes que constituyen nuestro historial emotivo. Una de las funciones del corazón es purificar la sangre y, análogamente el Sol purificará constantemente los deseos, haciendo que a cada ciclo las impurezas desaparezcan como si no hubieran existido jamás.

El corazón físico guarda el átomo-germen que permitirá la construcción de un nuevo cuerpo de acuerdo con las experiencias contenidas en ese átomo. De igual modo el Sol, el nuestro particular, interiorizado en nuestro micro-organismo, contiene el cúmulo de todas las experiencias vividas, a lo cual damos el nombre de Conciencia.

El Sol es pues el depositario de nuestra conciencia, es decir, del cúmulo de sabiduría adquirida a lo largo de las vidas. Es a través del Sol que el Ego actúa en nosotros y su fuerza o su flaqueza en un tema ha de decirnos si el Ego podrá hacer oír su voz o se callará.

Por otra parte el corazón es el motor de nuestro organismo, el órgano que nos permite utilizar nuestras facultades corporales. Del mismo modo que el Sol representa en el universo, y en nosotros mismos, la Voluntad de Kether, sin la cual nada en el cosmos se pone en acción. Voluntad por un lado, Conciencia por otro o, dicho en otros términos, Espíritu y Alma juntos, el Sol será quien nos indique, por su posición en un tema, si en nuestro suelo humano van a crecer nabos o coles.

El Sol constituya así la voz de la conciencia, que da siempre una primera respuesta ante el problema con el que la vida nos enfrenta. Es lo que en términos profanos se entiende por pre-juicio; es decir, un juicio que procede de lo aprendido anteriormente y no de la valoración en términos actuales. Pero como estamos viviendo una nueva experiencia, ese pre-juicio o voz primera, es puesto en tela de juicio por la personalidad actual, la expresada por la totalidad de nuestro horóscopo, que puede confirmar o invalidar el juicio primeramente emitido por la conciencia.

Como depositario de la Voluntad, las demás fuerzas planetarias deben solicitar su venia para expresarse, de modo que cuando un planeta quiere instituir algo en nuestra vida, le comunica su programa al Sol para que le dé fuera ejecutiva. El Sol se la dará si la proposición es conforme a la tónica de la personalidad vieja, es decir, de la conciencia. La conciencia es así un filtro que incorpora a ella todo lo que está en su línea y excluye todo lo que no guarda semejanza con su forma peculiar de ser.

Así funcionan los mecanismos divinos cuando el Sol recibe buenos aspectos, ya que los malos aspectos indicarán que los planetas no solicitan al Sol su fuerza ejecutiva, si no que se la exigen violentamente, se la arrebatan a la fuerza, dan el golpe, por así decirlo, obligando a la conciencia a obedecerles. Vemos entonces como la Voluntad acepta programas que no están a tono con la conciencia y que harán salir al individuo de la órbita que se había trazado el Ego. Por consiguiente, si vemos un horóscopo con un Sol recibiendo numerosos malos aspectos, diremos que se trata de una persona cuyo Ego dispone de muy poca libertad en la presente encarnación y que está haciendo cosas que no corresponden a su auténtica Voluntad. Es como esos personajes que salen en las películas y que, encañonados por un malhechor escondido, dicen cosas que no corresponden a su auténtico modo de pensar. Cuando ese malhechor salga de su espalda, serán otros.

La presión de los planetas sobre el Sol no han de obligarle necesariamente a ceder. Si el nivel de conciencia es elevado, si la voluntad es lúcida y fuerte, el Sol tiene medios para dar salida a las fuerzas planetarias sin que sea violada la línea de su conciencia. Entonces la vida será una lucha, en la que las fuerzas del bien, las que defienden los valores de la conciencia, se enfrentarán con las del mal, representadas por las planetarias corrompidas.

Los buenos aspectos, por el contrario, nos indicarán que la persona seguirá sin perturbaciones la línea de su conciencia, evolucionando armoniosamente, hasta que esa armonía tal vez se rompa en la confrontación de la conciencia con las apetencias y placeres que vienen de Malkuth, nuestro mundo material, representado en el tema astrológico por las Casas Terrestres.

En el terreno fisiológico, vemos que cuando se introduce un producto tóxico en el organismo del individuo, el corazón aumenta su frecuencia vibratoria y pone todos los órganos a trabajar para eliminar el veneno. Si la empresa fracasa se produce la muerte. También el Sol aumenta su ritmo de trabajo –debe aumentarlos con los malos aspectos–, y si no consigue salir victorioso de la empresa, se produce la muerte –provisional– de la conciencia. En el lenguaje coloquial suele decirse a menudo del malvado: “Es un hombre sin conciencia”. Ese tipo de hombre existe: es aquel que ha sucumbido en la lucha del Sol con los malos aspectos. La conciencia ha muerto para él y su voluntad ya no está al servicio de los valores que la conciencia representa. Esta es la mayor desgracia que pueda sucederle a un individuo, puesto que en la conciencia que el Ego va formando, se encuentra integrado todo lo que es conforme a las leyes cósmicas, mientras que lo contrario a ellas, es destruido por las fuerzas de repulsión. La conciencia, su voz, nos permite pues descubrir el Bien en cada experiencia humana, con la misma seguridad con que la brújula señala el Norte. Si la conciencia deja de funcionar, si su emisora deja de emitir, ya no disponemos de medida alguna para saber lo que es conforme a las leyes cósmicas y lo que no lo es. Entonces el individuo se guía por los instintos, por los sentidos, por el placer y el dolor, que no son instrumentos seguros ni fiables para basar en sus criterios una conducta. Cuando esto ocurre, se produce la figura del desalmado, del sin conciencia o el inconsciente, del forajido en un amplio sentido de la palabra, del que actúa fuera de la ley. Y eso que sucede a nivel individual, puede suceder igualmente a nivel de un país y ser toda una nación o toda la humanidad la que ha perdido su conciencia.

Sin embargo, como decíamos, la muerte de la conciencia no puede ser más que provisional, circunstancial, dada la posición de Tiphereth-Sol en el Árbol Cabalístico. Encontrándose en el punto más bajo del Mundo de Creaciones, cuando Marte, el planeta que rige el aspecto de cuadratura, empuja fuerte hacia el mundo material, haciendo que en la vida del individuo las tinieblas sean cada vez más densas, aparece Tiphereth como un Arco Iris situando la luz en las tinieblas y la conciencia vuelve a ejercer su dominio sobre las cosas. Esta mecánica cósmica pertenece a los misterios de la encarnación de Cristo y desarrollaremos más ampliamente ese tema en el Curso de Interpretación Esotérica de los Evangelios.

La posición del Sol en un tema nos dirá pues la fuerza de Voluntad y de Conciencia del individuo, y nos dirá si esa Voluntad-Conciencia será puesta a prueba en el curso de la presente existencia y cuando tendrá lugar ese combate esencial. Si el Sol no recibe malos aspectos radicales, será preciso estudiar los que reciba por tránsitos y progresiones, teniendo en cuenta sobre todo las Casas Terrestres desde las que esos malos aspectos se producen, ya que, como hemos visto más arriba, las Casas representan a Malkuth, o sea, el Reino Material, y ellas reflejarán las “tentaciones” procedentes del mundo en que nos movemos. Esas “tentaciones” serán las que harán “caer” un Sol con buenos aspectos, de modo que debemos observar muy cuidadosamente, cuando se forma un mal aspecto por tránsito, de qué Escenario –Casa– procede y así estaremos en guardia para no “caer en la tentación”.

Veremos igualmente por la posición del Sol, el programa que el Ego está interiorizando en la conciencia, expresado por el Genio o Rostro actuando en el punto en que se encuentra el Sol, y estudiando los programas de los planetas, podremos ver si éstos guardan afinidad con el solar, si son complementarios o si se trata de programas muy distintos y dispersatorios.

Por último, será preciso ver el rostro que representa el Sol, si es su Faz 1ª, 2ª u 8ª la que se manifiesta, ya que los objetivos perseguidos serán muy distintos según sea uno u otro. Para terminar este estudio resumiremos diciendo que el Sol nos aprovisiona en Voluntad, esa esencia que permite la maduración de todas las cosas y que, por su lado negativo, se expresa la conciencia.

Lo que nos dice la Psicología:

Soberbia: ¿Cómo tratarla?

Una soberbia exagerada puede traer de la mano problemas psicológicos:

Patrón de conducta tipo A: Produce riesgo cardiovascular. Los numerosos afectados por este trastorno tienen un afán desmedido por conseguir metas que se imponen ellos mismos. “Necesitan reconocimiento externo, son muy competitivos y están en un estado de alerta permanente para que no les infravaloren”.

Trastorno de personalidad narcisista: Quienes lo padecen tienden a exagerar sus logros y capacidades, sacan provecho de los demás, tienen envidia o se creen envidiados, suelen ser arrogantes y tienen una fantasía de éxito ilimitado.

  • La soberbia complica mi vida. ¿Qué hago? Lo más difícil: “Hay que ser consciente del problema. Los afectados no suelen darse cuenta a no ser que alguien en su entorno apriete mucho y les ponga contra las cuerdas”.
No obstante, es difícil que otra persona se atreva a presentarles la realidad tal y como es; sobre todo porque los soberbios buscan gente sumisa y dependiente a su alrededor “para ser ellos los dueños y señores”.

Según el psicólogo, es imprescindible trabajar la empatía y aprender a recibir críticas.


Lo que nos dice la Biodescodificación:

CORAZÓN 3ª Etapa. (Movimiento, valoración).
Conflicto: Desvalorización por no poder defender mi territorio (real o simbólico).
Miocardio: Conflicto de desvalorización de uno mismo que concierne a la eficacia del corazón (deportistas).
Pericardio: 1. Ataque directo al corazón (una operación) 2. Conflicto de miedo por el propio corazón o el de los demás. (Miedo a un ataque o problema cardiovascular)
Resentir:
·         Mi ex mujer se queda con la casa.
·         Quiero volver a la casa de mi madre.
·         Dejo la puerta abierta para que mi madre pueda volver.

Válvula mitral: "Nunca está el macho cuando se le necesita".
Endocardio: "Eso me arranca el corazón".
Miocardio: "No lo consigo, mi corazón no es lo suficientemente fuerte".

Las personas con enfermedades cardiacas suelen ser personas que algo las ha obligado a cerrarse a la intimidad y al amor. Han endurecido su corazón. Y sólo se rompe un corazón duro. Estas personas que no escuchan a su corazón, que sólo se dejan llevar por la razón y la mente, acaban padeciendo alguna enfermedad del corazón. Finalmente el corazón toma el mando, y acaban a la fuerza prestando atención a su corazón.

Amores:
·         Sístole auricular: Recibe la sangre - Es Femenina.
·         Sístole ventricular: Lanza la sangre - Es Masculina.


Lo que nos dice Louise L. Hay:

Causa probable: Representa el centro del amor y la seguridad.
Nuevo modelo mental: Mi corazón late al ritmo del amor.

CORAZÓN: Representa el amor, y la sangre el júbilo. El corazón es la bomba que, con amor, hace que el júbilo circule por nuestras venas. Cuando nos privamos del amor y el júbilo, el corazón se encoge y se enfría, y como resultado, la circulación se hace perezosa y vamos camino de la anemia, la angina de pecho y los ataques cardíacos. Pero el corazón no nos «ataca». Somos nosotros los que nos enredamos hasta tal punto en los dramas que nos creamos que con frecuencia dejamos de prestar atención a las pequeñas alegrías que nos rodean. Nos pasamos años expulsando del corazón todo el júbilo, hasta que, literalmente, el dolor lo destroza. La gente que sufre ataques cardíacos nunca es gente alegre. Si no se toma el tiempo de apreciar los placeres de la vida, lo que hace es prepararse un «ataque al corazón». Corazón de oro, corazón de piedra, corazón abierto, sin corazón, todo corazón... ¿cuál de estas expresiones es la que cree que se ajusta más a usted?

PROBLEMAS CARDIACOS: Indica una falta de compasión o el hacer cosas sin mucha convicción. Un exceso de emociones y una necesidad de luchar por la supervivencia también son indicaciones de este tipo de dolencia. Pregúntate si tu corazón y tu cabeza o en otras palabras tus emociones y tu intelecto están en equilibrio. ¿Vives en contacto con tu corazón? ¿O necesitas ponerte enfermo antes de poder realmente estar en contacto con el? Conecta con tus sentimientos de amor y no tendrás problemas de corazón.

ATAQUES AL CORAZÓN (Significado): Advertencia de que hemos perdido el sentido de la vida y prestamos demasiada importancia a la parte material. Advertencia que nos dirigimos hacia el dinero, el éxito y el poder material. Actitudes hostiles y creerse rechazado por los demás, cuando el rechazo es a uno mismo. Perdida de los ritmos naturales de la vida. Odio reprimido, emociones fuertes, pues provocan una presión sanguínea elevada. Desconexión de los sentimientos del corazón.

SOLUCIÓN POSIBLE: Aplicar el discernimiento. Tener auto aceptación. Llevar una dieta equilibrada acorde a los ritmos de la naturaleza. Escuchar a ti interior, en el silencio y meditación. 

Lo que nos dice Lisa Bourbeau:

BLOQUEO FÍSICO: Las enfermedades cardíacas ocupan actualmente el primer lugar en las causas de mortalidad.

BLOQUEO EMOCIONAL: Cuando hablamos de una persona "centrada", hablamos de aquella que deja que su corazón decida, es decir, que vive en armonía, alegría y amor. Cualquier problema del corazón señala una actitud contraria, o sea, que esta persona se toma la vida demasiado a pecho. Se esfuerza más allá de sus límites emocionales, lo cual la incita a hacer demasiado físicamente. El mensaje más importante de los problemas cardíacos es: ¡ÁMATE A TI MISMO! La persona con problemas de corazón olvida sus propias necesidades y quiere hacer demasiado para sentirse amada por los demás. Como no se ama lo suficiente, busca que los demás la quieran por lo que hace.

BLOQUEO MENTAL: Este tipo de problema te indica la urgencia de cambiar la percepción que tienes de ti mismo. En lugar de creer que el amor sólo puede venir de los demás, sería más sensato que te lo dieras a ti mismo. De este modo, ese amor estará siempre presente en ti; no tendrás que recomenzar continuamente para recuperarlo. Cuando alguien depende de los demás para cualquier cosa, siempre hay que rehacer. Cuando sepas cuán especial eres como persona y tengas más autoestima, estará siempre presente en ti. Te sugiero que te dediques al menos diez elogios al día para ayudarte a restablecer el contacto con tu corazón. Cuando lo hayas hecho internamente, tu corazón físico se dejará guiar. Un corazón en buen estado sabe soportar las decepciones amorosas y afectivas; no tiene miedo de no ser amado. Esto no quiere decir que no hagas nada por los demás; al contrario, sigue haciéndolo, pero con una motivación diferente. Lo harás por el placer de hacerlo y no para comprar el amor de los demás ni para probar que eres digno de ser amado.

Lo que nos dice Jacques Martel:

CORAZÓN
El corazón está vinculado al cuarto chakra o centro de energía.
Representa el amor (mis emociones, mi capacidad de amar), la alegría, la vitalidad y la seguridad. La energía del corazón irradia en todo el cuerpo, sobre todo entre el cuello y el plexo solar. El corazón es un tipo de bomba energética que hace circular la vida (la sangre) a través del cuerpo entero. Esta circulación sanguínea distribuye la energía vital necesaria a la felicidad, al equilibrio, a la alegría de vivir y a la paz interior. Es pues esencial que manifieste el amor dirigiendo la energía del corazón hacía las más bellas energías espirituales disponibles. Cuanta más atención presto al amor, la compasión y el perdón, más mi corazón trabajará en la alegría, la paz y la alegría. Mi corazón será afectivamente estable y protegido de cualquier decepción. Un corazón de ritmo suave y armonioso indica una persona interiormente calmada. Mi ritmo cardíaco varía cuando estoy desequilibrado, perturbado en amor o sensible a mis emociones. Acepto abrirme al amor, entrego cualquier reproche al cuidado del universo, dejo de criticarme al punto de ponerme enfermo y sobre todo acepto perdonarme. Es perdonándome cómo puedo aceptar mejor el amor de los demás.

CORAZÓN – INFARTO (…del miocardio)
Cuando oigo hablar de alguien que tuvo un infarto, en el lenguaje popular, esto significa habitualmente que la persona tuvo un infarto del miocardio. También esto se llama “crisis cardíaca” o “achaque cardíaco”. El órgano más frecuentemente afectado por un infarto es el corazón, el centro del amor en el interior de mí, el núcleo de mis emociones. El achaque cardíaco es para el cuerpo un modo desesperado de enseñarme que voy demasiado lejos, que presto demasiada atención a los aspectos materiales, externos y anodinos de mi vida, mi estatuto social, en vez de volver a lo esencial de mi vida que es la alegría de vivir del corazón en familia, de expresar el amor, de amarse a sí – mismo, de saborear cada momento con intensidad. Estoy tan atado a todo lo que forma parte de mi “territorio” (mi mujer, mi trabajo, mis amigos, mi casa, etc.) que si tengo la sensación de haber perdido o que estoy a punto de perder algo o a alguien en el interior de mi territorio, puedo resistir a lo que sucede y haré una crisis cardíaca. Quisiera “con todo mi corazón” seguir siendo el jefe, el dueño a bordo. Los achaques cardíacos también están vinculados a mis propios sentimientos y a lo que vivo con relación a éstos.

¿Hasta dónde soy yo capaz de sentir el amor y de expresarlo a los demás?
¿Hasta qué punto soy yo capaz de amarme y aceptarme tal como soy?
¿Me obligo yo a ser “alguna otra persona” y hacer demasiado para probar a los demás lo que soy y lo que valgo?

Es mi ira, mi frustración, mi agresividad que, demasiado tiempo contenidas, ya no pueden más y explotan? El descubrimiento de los aspectos más importantes y significativos de la vida no se reduce a la cantidad de dinero ganado o al éxito que tengo. El corazón puede estar asociado a la compasión y al amor pero también puede asociarse a su opuesto que es la hostilidad, el odio y el rechazo. El achaque cardíaco se produce generalmente en un período de la vida en que, bien es demasiado fuerte la competición, bien vivo una presión financiera aliada a la falta de cariño creciente de la familia y de mis seres queridos cercanos. Es la separación entre mis sentimientos, mi implicación, mis relaciones y el Universo así como sus ritmos naturales que atrofian mi corazón. Pienso rechazar a los demás pero en el fondo, me rechazo a mí mismo. Necesito ir con la corriente y tomar el tiempo de aceptar todo lo que la vida debe darme y comprender, para volver a hallar la paz interior y sentir en todo mi cuerpo la ternura, la dulzura, el amor que me habitan y que sólo piden nutrir mi corazón y conservarlo en buena salud.

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