viernes, 29 de junio de 2018

Ángeles Sanadores: Aladiah (Dios Propicio)

ALADIAH (Dios Propicio)

Nombre Sagrado: Aleph-Lamed-Daleth-Yod-He.

Lelahel pertenece al Coro de los Querubines, Ángeles al servicio del Séfira Hochmah-Amor.
Por su vinculación sefirótica con la Esfera de Hochmah donde expresa las  cualidades de Binah-Saturno, extrae la condición que le permite ser portador de la Gracia Divina.
Su vinculación numérica -10-, lo relaciona con el Séfira Kether, de donde extrae la Esencia llamada Unidad.

Las aportaciones del Ángel Aladiah, son las siguientes:

  • Curación de enfermedades. Regeneración moral.
  • Inspiración para llevar una empresa a un resultado feliz.
  • El perdón de las malas acciones cometidas (errores).
  • Buenas relaciones sociales, contacto con gente influyente.
  • Protege contra la negligencia y el descuido en la salud y los negocios.

Si analizamos las características de los Centros que intervienen en la Fuerza Angélica llamada Aladiah, comprenderemos las cualidades que le han sido asignadas.
Por un lado Hochmah, que representa el Rostro Amoroso del Padre. En Hochmah, la cualidad de la Unidad adopta los ropajes del Amor Incondicional. Esta es la razón por la que el Amor tiene el don de unificar. En Hochmah, la Luz de Kether-Padre va por dentro, se interioriza y, cuando nuestra naturaleza es capaz de vibrar al unísono con este Centro, nos sentiremos preñado por esa Luz, propiciando la Sabiduría. Hochmah actúa en nuestras vidas, integrando el Fuego y el Agua, esto es, la Luz y las Tinieblas, de modo, que las emociones acepten ser la depositaria de la Luz-Unidad.

Por otro lado, Binah-Saturno, que representa el Centro de la Inteligencia Activa, donde emana toda Ley y Reglamento. Binah es el rostro legislativo de la divinidad. A través de Jehová, nos enseña a comportarnos de acuerdo a las Leyes Cósmicas.
Ya sabemos, que la Humanidad, al hacer uso de su Libre Albedrío, alteró el Programa Divino, lo que le llevó a fabricar una realidad paralela a la establecida por el Creador. Ese proceso llevó a la personalidad mundana –ego- a identificarse con el rigor como vía de aprendizaje y de toma de conciencia. Desde este punto de vista, Binah, aparece como la Ley de Causa y Efecto, la Ley del Karma.

Por último, Kether. Aladiah es el Ángel número 10 y, 10 = 1. Podemos decir, que en esta ocasión, Aladiah es la “puerta” que nos conduce al retorno con la Unidad. El número 10 está vinculado con los 10 Centros que forman el Árbol Cabalístico. En este sentido, estaría relacionado con Malkuth, el Séfira que representa al Mundo Material. El axioma hermético “Cómo arriba es abajo y viceversa”, está representado por esta vinculación Kether-Malkuth, entre Dios y su Creación. Con el 10, podemos decir que Dios se hace tangible a través de la manifestación de la Madre Tierra. Los sabios siempre han dicho que la grandeza de la Obra de Dios la podemos encontrar en un grano de arena.
  
¿A qué llamamos Gracia Divina?

Esta condición se prodiga poco en la naturaleza humana. La naturaleza del hombre se encuentra identificada con el mundo que le rodea y le atribuye la máxima realidad a todo cuanto puede percibir, tocar, medir… Esa identificación le ha llevado a adoptar la creencia de que es, el cuerpo que percibe, negando cualquier vinculación con su verdadero origen espiritual.
El ego o personalidad material, se siente un ser separado de su creador y del resto de la Filiación; se siente culpable por el resultado de sus elecciones y da un significado redentor a la experiencia del dolor, del sufrimiento, de la enfermedad, del castigo.
La Gracia Divina, en cambio, es la visión de que no existe culpa alguna. Es una condición más elevada que el perdón, pues al no ver el pecado, no tiene necesidad de perdonar.
Desde este punto de vista, Aladiah, nos limpia, nos purifica, nos cura, nos eleva, propiciando nuestro retorno a la conciencia de Unidad. Diremos, que cuando Aladiah se manifiesta en nuestras vidas, experimentaremos un verdadero milagro; nos curaremos de una manera sorprendente, inesperada. Es evidente, que para que este hecho se produzca, Aladiah debe encontrar en nuestro interior la morada donde depositar su Gracia Divina, es decir, debe encontrar en nosotros, una voluntad activa por retornar al estado de la Unidad.

Nos refiere Kabaleb a este respecto: “La Gracia de Dios va más allá de la misericordia porque perdona y absuelve sin necesidad de arrepentimiento ni de cambio en nuestra actitud. Es como si Dios, nuestra divinidad interna, después de haber bajado al infierno del mundo material a través de los nueve escalones anteriores, dijera: "tal y como están las cosas, entiendo que mi yo material destroce y aniquile, vamos a hacer como si nada hubiera ocurrido y que todo prosiga sin el paso del pasado”.

Aladiah, nos ofrece una nueva oportunidad para que se produzca el reencuentro con la Luz. No tiene en cuenta nuestros errores, pues no cree en el error. Tan sólo, nos arropa, nos abraza y en ese cálido encuentro, nos susurra dulcemente: “Levántate; eres un Ser Puro y Perfecto. Actúa según tu condición. Eres Hijo de la Luz”
¡Qué la Luz sea contigo!

Si deseas comunicarte con Aladiah, te dejo un enlace donde comparto la Plegaria y Exhorto elaborada, de una manera inspirada, por Kabaleb.


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