viernes, 15 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Transición Agua-Aire (VI)


PRIMERA PREDICCION DE LA PASION

31 Comenzó a enseñarles como era preciso que el Hijo del hombre padeciese mucho, y que fuese rechazado por los ancianos y los príncipes de los sacerdotes y los escribas, y que fuese muerto y resucitara después de tres días Claramente les hablaba de esto.

No cabe la menor duda de que Jesús, está anticipando el proceso que su evolución habrá de seguir hasta alcanzar la culminación de su Obra, penetrar en el Elemento Tierra. No cabe duda, en efecto, de que nos encontramos en el Elemento Aire, donde el vehículo activo es nuestro Cuerpo Mental, con el cual aprendemos por vía intelectual a comprender los misterios de la Obra Divina.

Estamos en la antesala de Libra, cuando Jesús, ha comenzado a enseñar todos los detalles de su magisterio. Si nos percatamos de un detalle, comprobaremos que ya les habla con toda claridad, ha dejado a un lado su anterior técnica de parábolas, para hablar con toda libertad y lucidez de los pasos que ha de seguir su andadura.

Les habla de su padecimiento y del rechazo que ha de recibir por parte de los ancianos y los príncipes de los sacerdotes y escribas. Ese rechazo lo veremos paso por paso formando parte de los Trabajos del Elemento Aire, pues la nueva Luz que El representa, al penetrar en el pensamiento, pondrá en peligro todo el saber acumulado durante siglos por los sabios de la ley. Les hablará de la muerte y de su resurrección, y con ello, les anticipa los Trabajos que se darán en el Elemento Tierra. Todo esto sucede nada mas penetrar en la Región de Binah; y esto es así porque, mientras la Obra ha permanecido en las etapas Yod-He, ha estado oculta, gestándose Ahora al crecer, al florecer, ya todos podemos ser testigos del itinerario que habrá de seguir hasta alcanzar su meta.

Cabalísticamente vemos como el Plano de Formación y de Acción están unidos, de tal modo que las Energías del Aire, se convierten en el negativo de lo que sucederá en la Tierra. Podríamos comparar estos Trabajos Creadores con la labor realizada por un arquitecto al que se le solicita realizar los planos de una vivienda. En la fase Yod, recibe la idea intuitiva; en la fase He, la interioriza y la digiere en su Cuerpo Emocional, el cual debe darle el visto bueno, es decir, debe gustarle o no. Tan solo tras pasar esta fase, el arquitecto se dispone a afrontar la tercera fase, la Vav, en la cual, expresa en el plano los trazos de la idea original. Podemos decir, que la Obra esta culminada, es decir, la vivienda esta programada y se conocen sus características, sus medidas y todas sus peculiaridades; ahora bien, si falta la fase 2º He, la que nos lleva a materializar el proyecto, no sabremos si la Obra contiene fallos o por el contrario es perfecta. Una vez construida la vivienda reconoceremos si los planos estaban correctamente planteados o exigirá rectificación. Vemos que el Aire y la Tierra prácticamente forman parte de la misma realidad. La única variación evidente la encontramos en la densidad de la energía, una es etérea-mental y la otra es física.

32 Pedro, tomándole aparte, se puso a reprenderle. 33 Pero Él, volviéndose y mirando a sus discípulos, reprendió a Pedro y le dijo: Quítate allá, Satán, pues tus pensamientos no son los de Dios, sino los de los hombres.

Pedro, Capricornio, es el Arquetipo que se encuentra más cerca de la voz del hombre, pues en verdad sus energías, la Tierra, es la que da cobijo a la actual consciencia del ser humano: la material. Pedro representa la respuesta de la personalidad humana, que actúa sin comprender verdaderamente la misión de Jesús. El no había venido a erigirse en un nuevo rey con autoridad terrenal; su reino no era de este mundo, ¿cómo iba a pretender gobernar la Tierra? Su misión era salvar al alma humana que, como el ciego, permanecía oculta en la aldea, satisfaciendo su Cuerpo Emocional, sin percatarse de que el mundo exterior le aportara un nuevo alimento mucho más apetitoso.

Pedro, personalidad material, aparece aquí como la voz consciente de todos los discípulos; su pensamiento está petrificado en lo material, es por ello, que Jesús, le llama Satán, pues no Trabaja para la personalidad espiritual, sino para la material.

Este Pedro, aún continúa sin comprender la Obra de Jesús. A pesar de haberse convertido en el guardián de las llaves que custodia todas las Iglesias, no ha sabido desprenderse de la venda que cubre sus ojos, y sigue reprendiendo al Maestro por haber hablado de sufrimiento y de muerte.

Si miramos el mundo eclesiástico y descubrimos esos maravillosos palacios que dan cobijo a tantos y tantos fieles del Cristo, y al mismo tiempo, miramos la miseria, la pobreza que existe en el mundo, nos resulta difícil pensar que la verdad se encuentra entre esos muros de piedra y entre los hombres que se cobijan en ellos.

El Pedro-Iglesia de nuestros días, es el mismo Pedro al que Jesús, reprende, ese Pedro, esta dentro de nosotros, pues no estamos dispuestos a renunciar a lo que poseemos materialmente; no estamos dispuestos a dar nuestro amor simplemente porque queremos hacerlo así, sin ponerle precio a nuestros servicios. No estamos dispuestos a seguir; a enfrentarnos con la opinión tradicional, no sea que nos prendan y perdamos todo cuanto tenemos.

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