lunes, 18 de julio de 2016

Plegaria y Exhorto de Sealiah


PLEGARIA


SEALIAH: Motor de todas las cosas.
Cuando digo: ¡Mi pié vacila!, tu bondad, ¡oh Eterno! Me sirve de apoyo.


SEALIAH, Señor, me encuentro maduro como un Sol
que necesita derramar su simiente por el universo
y debes ayudarme
para que de mi no se desprendan
las virtudes indiscriminadamente,
sino que salga tan solo de mi esfera luminosa
aquello que es útil al discurrir de la Obra del Eterno.
Haz Señor SEALIAH, que a través de mí puedan encontrar su plenitud
los que están movidos por un afán de servicio,
y que gracias a mi acción madure
la buena simiente. No permitas, ¡oh SEALIAH!
que mi temperamento se exprese con exceso,
que no sean demasiado tórridos los veranos,
ni demasiado fríos mis inviernos.
Permíteme, Señor, actuar siempre al unísono
del latir cósmico,
y que todo encuentre a través de mí
su perfecta órbita, su perfecta línea de Universo.

SEALIAH exhorta:

Cada estación produce sus frutos,
cada jornada encierra su propia plenitud,
cada ciclo añade valores a la perfecta cosecha del ciclo anterior.
Te he escogido a ti, peregrino,
para que con tu obra hagas evidente
el trabajo propio de cada etapa,
a fin de que todos sepan que el Tiempo elabora las virtudes,
que el Tiempo no es una dimensión muerta.
Te he dado como padre al Señor de las Supremas Experiencias,
y como madre al manantial de la Eterna Vida.
Tu misión ha de consistir en combinar
los valores sacados de las experiencias vividas
con la fuerza primordial, constructora de universos.
Esto ha de darte, peregrino,
la posibilidad de llevar a las conciencias
el frío y el calor; la flor y el fruto;
el conocimiento del Bien y del Mal,
llevándolos a ese punto en el que todo se hace evidente.
Dispones de fuerza y de vigor
para esa ópera Magna.
En ti confío, peregrino.


(Plegarias y Exhortos de los 72 Genios de la Cábala - KABALEB)

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