domingo, 3 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Escorpio (IV)


VUELTA DE LOS DISCÍPULOS Y PRIMERA MULTIPLICACION DE LOS PANES

30 Volvieron los apóstoles a reunirse con Jesús y le contaron cuanto habían hecho y enseñado. 31 Él les dijo: Venid, retirémonos a un lugar desierto para que descanséis un poco, pues eran muchos los que iban y venían y no tenían tiempo ni para comer. 32 Fueronse en la barca a un sitio desierto y apartado. 33 Pero les vieron ir, y muchos supieron donde iban, y a pie, de todas las ciudades concurrieron a aquel sitio y se les adelantaron. 34 Al desembarcar, vio una gran muchedumbre, y se compadeció de ellos, porque eran ovejas sin pastor, y se puso a enseñarles largamente.

Asistimos, en este pasaje, a un proceso al que no hemos hecho referencia hasta el momento: la dinámica de los decanatos. Expliquemos el significado de este concepto y comprenderemos lo que queremos decir.

Cada Elemento -Fuego, Agua, Aire y Tierra- expresa los tres atributos primordiales del Creador, lo que da lugar a la trinidad zodiacal, donde se definen los Trabajos Divinos en los diferentes estados de energía Así vemos, que hablamos de Aries, Leo y Sagitario, para describir al Fuego; de Cáncer, Escorpio y Piscis, para referirnos al Agua; a Libra, Acuario y Géminis, para conocer el Aire, y por ultimo, Capricornio, Tauro y Virgo, para testimoniar de la Tierra. En total se constituyen los Doce Trabajos Creativos que ha de conquistar el hombre para alcanzar la condición de que es portador, el poder divino.

Ahora bien, aplicando la ley cósmica que nos revela que "el Todo esta en la parte, y la parte en el Todo", diremos que cada signo contiene una participación de cada uno de los restantes signos de su Elemento. Si cada signo comprende treinta grados dentro de la Rueda Zodiacal, cada participación abarcará diez grados, y a esta parcela llamamos Decanato.

Si aplicamos estos conceptos al signo que estamos estudiando, Escorpio, obtendremos la clasificación interna del signo, donde el primer decanato -los diez primeros grados- están dando participación a los Trabajos de Cáncer El segundo decanato, correspondería a los Trabajos propios de Escorpio, y el tercero, correspondería a la dinámica de Piscis. Al encontrarnos en la parcela de Escorpio, el decanato de Cáncer, o lo que es lo mismo, los primeros Trabajos que debemos realizar en Escorpio, son recapitulatorios, ya que se refieren a la dinámica del estado anterior. Si nos fijamos en el comienzo de este capitulo VI, el pasaje evangélico trata sobre el hogar de Jesús. ¿Acaso no es Cáncer el Arquetipo del hogar, de la patria, de las raíces?

Seguidamente al primer decanato, nos adentramos en el segundo, donde la dinámica es la propia del signo, la de Escorpio, y no es casual que los siguientes puntos nos hablen de los Trabajos de los Apóstoles y del Juicio de Herodes. Finalmente, y aún estando en la morada de Escorpio, nos adentramos en un decanato anticipatorio, pues nos acerca a un estado de energía que aún no ha sido conquistado, la de Piscis. Es esta la razón por la que Jesús, tras reunirse de nuevo con sus obreros, les sugiere el retirarse a un lugar desierto para descansar. Ya hemos dicho en otra parte de esta enseñanza, que el desierto es esa "tierra" aún no conquistada. Esa tierra a la que Jesús guía a sus mandatarios no es otra que la tierra de Piscis.

Los Trabajos internos que debemos llevar a cabo en Escorpio han sido descritos detalladamente en los puntos anteriores. La divinidad, inteligentemente, dispone los procesos de aprendizaje de modo que podamos anticipar las etapas pues, de este modo, las almas inquietas pueden desarrollar un amplio campo de experiencias. En la practica diaria, vemos como algunos estudiantes se sienten con ánimo y preparación como para realizar dos cursos en un mismo año. Muchos de estos lo consiguen y su capacidad para aprender le permitirá avanzar en su proceso evolutivo.

La dinámica de Piscis se resume, a niveles humanos, en el despertar del amor por los demás, en el espíritu compasivo. Ese mismo espíritu fue el que suscitó la muchedumbre en Jesús, esa multitud de seguidores que tienen sed de conquista, acaban de descubrir la Luz que recorre su mundo, el emocional.

Ellos son como ovejas sin pastor, dice Jesús En efecto, se trata de impulsos emocionales que no tienen dueño, pues no han sido aún conquistados. No olvidemos, que nos encontramos en Escorpio, donde la dinámica nos lleva a amarnos a nosotros mismos. Si Jesús nos alienta a retirarnos a ese desierto-Piscis, después de habernos conquistado en nuestra naturaleza herodiana, nos está motivando a que nos movilicemos con una intención: despertar la compasión por los que se encuentran "descarriados".

Nuestra tarea humana debe llevarnos a ese encuentro, pues conquistarnos interiormente, lograr destronar al rey que ha dirigido nuestra vida, es agotador y requiere centrar toda nuestra capacidad regeneradora -los doce discípulos- en nosotros mismos. No podemos permanecer en ese estado permanentemente, pues de nuevo nos convertiremos en seres egoístas. Debemos retornar a la Luz y "contarle" a la consciencia los logros obtenidos. A partir de ese momento debemos descansar, debemos dirigirnos hacia el desierto, y allí fundirnos con aquellos que estén buscando la Luz, con el propósito de alimentarles.

35 Siendo ya hora avanzada, se le acercaron los discípulos. y le dijeron: El sitio es desierto y avanzada la hora; 36 despídelos para que vayan a las alquerías y aldeas del contorno y se compren algo de comer. 37 El respondiendo, les dijo: Dadles vosotros de comer. Y le dijeron: ¿Vamos nosotros a comprar doscientos denarios de pan para darles de comer? 38 Él les contestó: ¿Cuántos panes tenéis? Id a ver. Habiéndose informado, le dijeron: cinco y dos peces. 39 Les mandó que les hicieran recostarse por grupos de ciento y de cincuenta. 41 El, tomando los cinco panes y los dos peces, alzando los ojos al cielo, bendijo y partió los panes y se los entregó a los discípulos. para que se los sirvieran, y los dos peces los repartió entre todos. 42 Comieron todos y se hartaron, 43 y recogieron doce canastos llenos de las sobras de los panes y de los peces. 44 Eran los que comieron de los panes cinco mil hombres.

Muchos detractores del evangelio han querido ver, en este pasaje, a un Jesús prestidigitador sacando de su sombrero tantos conejos como le viene en gana. Sin embargo, el estudio y la comprensión de la Obra Crística, nos revela que no era el propósito del Hijo de Dios mostrarnos la Voluntad del Padre, su propia condición divina, realizando milagros pues, El conocía la debilidad del corazón del hombre y no quería llamar su atención de un modo pasajero y espontáneo, sino despertar verdaderamente su consciencia.

¿Qué nos esta refiriendo entonces este pasaje?

El estudiante tiene las claves para descubrir las respuestas a esta cuestión Las hemos dado anteriormente, cuando hablábamos de la dinámica de Escorpio y la activación del tercer decanato, el correspondiente a Piscis, los Peces.

El cronista nos sitúa claramente en el tramo final de la hora de Escorpio: "Siendo ya hora avanzada"... En esa hora de anticipación, los discípulos que hasta ahora han alcanzado el nivel de Escorpio, no están capacitados para comprender lo que estaba sucediendo. ¿Cómo podían dar de comer a esa multitud, si ellos no habían tenido tiempo para hacerlo?, o lo que es lo mismo, ¿cómo puedo amar a los demás, cuando yo aún no he logrado amarme? Si no he conquistado la Luz en mis emociones, ¿cómo puedo alumbrar a otros?

Nuestra respuesta, será: "despídeles para que vayan a comprar comida". Esa es la respuesta que damos al mundo cuando nos encontramos trabajando para elevar nuestra consciencia emotiva a niveles internos. El autoconocimiento es necesario para reconocernos en los demás.

Jesús tiene necesidad de enseñarnos a conducir nuestras energías y por ello, nos dice: "Dadles vosotros de comer".

Es preciso trascender nuestro amor propio, y elevar nuestro corazón al cielo, para que la energía con las que contemos pueda llegar hasta los demás Sabemos que para poder amar a los demás, para poder alimentarles, tendremos que gastar doscientos denarios, es decir, tendremos que hacer que el amor-número 2-Hochmah, se manifieste en su tercera fase, la exteriorizadora, convirtiéndose en obra. Ese amor exteriorizado es precisamente el Trabajo de Piscis. Es el precio que debemos estar dispuestos a pagar si en verdad queremos saciar el apetito de las tendencias que están dispuestas a seguir y apoyar a la Nueva Consciencia.

Esa capacidad amorosa -doscientos denarios- es la que ha de permitirnos comprar el pan, ese alimento espiritual que ha de convertirse en el "Cuerpo de Cristo", es decir, en la Obra de Amor. Es con actos, y no emociones, con los que debemos alimentar a la humanidad, y esos actos deben estar motivados por la necesidad de amar.

Pero en este punto del camino, tan solo hemos llegado a Escorpio en su tercer decanato, y el fruto obtenido por haber realizado ese trayecto, se resume en cinco panes, Trabajo de Gueburah -la regeneración-, y dos peces, la facultad anticipada de amar a los demás -Piscis-. Esa consciencia es suficiente para los Trabajos que debemos realizar en Escorpio. Lo único que debemos hacer es utilizar la energía que disponemos y distribuirla adecuadamente. Jesús mandó que la multitud se recostara en grupos de cien y de cincuenta, así todos podrían comer. Con esto, el autor nos está aportando claves cabalísticas que nos permitirán comprender el uso que debemos dar a nuestras capacidades creadoras, a la Luz interiorizada en nuestro Cuerpo Emocional.

El 100, corresponde numéricamente a la Letra hebrea, Qof, cuyo atributo espiritual es Energía Vital Creadora; Voluntad Creadora; Impulso renovador. Mientras que el 50, corresponde a la letra Noun, cuyo atributo espiritual es Belleza Cósmica; Armonía Fecundadora. Por lo tanto, cuando logramos que los deseos humanos se eleven a las Fuentes del Amor Universal -Jesucristo- y nos convertimos en verdaderos Obreros de Dios poniendo orden en nuestro Mundo Material, entonces, estamos capacitados para fecundar la Tierra con el esperma de la Luz, de la Unidad, de la Vida Eterna.

Doce canastos se recogieron de las sobras de los panes y los peces, y cada uno de esos canastos hace referencia a las Casas Terrestres astrológicas, donde el hombre expresa las energías divinas y aprende a comportarse como un Dios creador.

En verdad, la multitud que hemos alimentado, no es otra, que el potencial global emocional que se encuentra en nuestro Mundo del Deseo, donde se cuentan en cinco mil las capacidades, es decir, el potencial de Gueburah, el potencial generador.

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