sábado, 2 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Escorpio (III)


JUICIO DE HERODES SOBRE JESÚS

14 Llegó esto a oídos del rey Herodes, porque se había divulgado mucho su nombre, y decía: Este es Juan el Bautista, que ha resucitado de entre los muertos, y por esto obra en Él el poder de hacer milagros; 15 pero otros decían: Es Elías; y otros decían que era un profeta, como uno de tantos profetas. 16 Pero Herodes, oyendo esto, decía: Es Juan, a quien yo degollé, que ha resucitado. 17 Porque, en efecto, Herodes había enviado a prender a Juan y le había encadenado en la prisión a causa de Herodias, la mujer de su hermano Filipo, con la que se había casado. 18 Pues decía Juan a Herodes: No te es lícito tener la mujer de tu hermano. 19 Y Herodias estaba enojada contra él y quería matarle, pero no podía, 20 porque Herodes sentía respeto por Juan, pues sabía que era hombre justo y santo, y le amparaba, y cuando le oía estaba muy perplejo, pero le escuchaba con gusto.

Si tuviésemos que buscar argumentos dentro de los evangelios para corroborar la Ley de Renacimiento, el presente pasaje nos aclararía al menos, que dicha ley era conocida y aceptada por los habitantes de aquella época, pues de lo contrario, ¿cómo se explicaría, que confundiesen a Jesús con Elías, u otro profeta?

Pero no vamos a detenernos en este detalle. Nuestro interés se centra en aplicar la dinámica del signo Escorpio en este pasaje. Para comprender la vinculación que existe entre ambos, debemos recordar algo esencial: los Trabajos de complementación de los Elementos nos llevan a unir el Fuego con el Aire, es decir, Espíritu y Razón, así como el Agua con la Tierra, esto es, Deseo con Acción.

Centrémonos en el eje Agua-Tierra, ya que nos encontramos estudiando el Mundo del Deseo. Diremos que, mientras el Fuego -Principio Inteligible- se hace testimonio, a través del uso del Pensamiento, del Verbo-Aire, el Agua -Principio Generador- se hace testimonio, a través de las Realizaciones Materiales-Tierra.

De esto deducimos, que los Trabajos del Elemento Agua nos llevan a sentir una especial atracción hacia la conquista del Mundo Material. Unos y otros -sentimientos y sentidos- Trabajan para hacernos conscientes de la Verdad una vez que se manifieste en el mundo formal.

Si aplicamos estas referencias al estudio de Escorpio, y una vez que hemos visto como en este estadio nuestras Fuerzas-Obreros internos se ponen en movimiento, debemos decir que, el nombre de Jesús, es decir, del Amor, se ha divulgado mucho y ha llegado hasta lo mas alejado que puede llegar, hasta el Plano de Acción, donde Malkuth es nuestro rey, donde Herodes toma conocimiento de que en nuestro Mundo Emocional se esta produciendo un profundo cambio.

En efecto, la Obra Crística a partir del punto donde se encuentra, comienza a expandirse, y se hace notar precisamente por el rey que gobierna sobre nuestros actos. En la medida en que dejamos de sentir las viejas apetencias, que abandonamos hábitos que alimentaban nuestros deseos inferiores, nuestra personalidad material -Herodes- se pone alerta, sabe que algo esta sucediendo, pues la realidad esta cambiando a su alrededor, y entonces se apodera de él un especial temor. Tiene miedo a perder su corona, a perder su hegemonía, su poder y posesiones, la personalidad arcaica se tambalea.

¿Quién será ese ser que realiza los milagros?

Herodes no le conoce, pues la materia, el Mundo Físico no ha conocido jamás su elevada vibración. Este mundo esta construido con otras pesas y otras medidas: las viejas leyes de la Columna de la Izquierda. El piensa que se trata de Juan el Bautista, y la razón de ello debemos buscarla en la vinculación que une a Herodes y a Juan; ambos representan a la misma vía de aprendizaje, y mientras Herodes se encuentra en los niveles más bajos, el otro, Juan, representa la máxima altura a la que podemos acceder por esa senda estrecha.

Marcos nos introduce, en la dinámica de Escorpio, este pasaje para revelarnos los efectos que encontraremos cuando la nueva naturaleza emocional, el nuevo impulso amoroso, se manifieste en nuestro comportamiento.

Nuestra vieja consciencia-Herodes pensará que se trata de Juan el Bautista, pues sabe perfectamente que éste representa el camino que debemos andar para alcanzar la gracia divina, para Trabajar correctamente con las Leyes Cósmicas.

Herodes sabe que Juan es un hombre justo, y por lo tanto le respeta. De igual modo, nuestra personalidad humana reconoce que hay que respetar las leyes naturales, sin embargo, como dice el refrán: "la carne es débil ..." Esa carne, hace referencia a nuestro apetito para gozar de los placeres materiales hasta quedar prisioneros de ellos.

21 Llegado un día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños ofrecía un banquete a sus magnates, y a los tribunos, y a los principales de Galilea, 22 entro la hija de Herodias, y danzando gusto a Herodes y a los comensales. El rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quieras y te lo daré. 23 Y le juro: Cualquier cosa que me pidas te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino. 24 Saliendo ella, dijo a su madre: ¿Qué quieres que pida? Ella le contesto: La cabeza de Juan el Bautista. 25 El rey, entristecido por su juramento y por sus convidados, no quiso desairarla. 26 Al instante envió el rey un verdugo, ordenándole traer la cabeza de Juan. Aquel se fue y le degolló en la cárcel, 28 trayendo su cabeza en una bandeja, y se la entrego a la muchacha, y la muchacha se la dio a su madre. 29 Sus discípulos, que lo supieron, vinieron y tomaron el cadáver y lo pusieron en un monumento.

Antes de pasar a analizar esta parte del pasaje, detengámonos unos momentos para acercarnos a la figura de Herodias, la mujer de Filipo, hermano de Herodes.

Decía Juan a Herodes: "No te es licito tener la mujer de tu hermano". Esta opinión fue la causa que llevó a Herodias a desear la muerte de Juan, la voz de la Ley. ¿Por qué?

Apliquemos los conocimientos astrológicos, y tal vez comprendamos las razones de Juan. Hemos adelantado que Herodes, el rey, representa cabalísticamente a Malkuth, el Reino de la Materia, o lo que es lo mismo el signo de Capricornio si lo hacemos corresponder con los signos, y el Ascendente -personalidad material-, si lo que pretendemos es analizarlo con relación a los acontecimientos humanos.

Si tomamos un Mándala astrológico donde situamos al signo de Capricornio en el cuadrante oriental, en el Ascendente, tendremos planteado el estudio de Herodes y de nuestro Yo profano. Dibujemos en dicho Mándala, el resto de los signos y las correspondientes Casas Mundanas. Así, observamos que Filipo, el hermano de Herodes, se corresponde con el signo de Agua-Piscis, ya que se encuentra ocupando la Casa III, la de los hermanos. Partiendo de este punto, la esposa de Filipo, debemos buscarla en la Casa VII, partiendo desde la Casa III. Si así lo hacemos, nos encontraremos que se correspondería con la Casa IX (desde el ascendente), donde se sitúa el signo de Virgo. ¿Qué significado extraemos de estas posiciones?

Filipo-Piscis, nos está revelando el final de un ciclo en el terreno emocional, donde los deseos, una vez dominados, conquistados, mueren para dar lugar a un nuevo ciclo de experiencias, donde el propósito será la conquista de los opuestos, la unificación de los contrarios, el patrón de Libra. Esos deseos Piscianos agotan su búsqueda de experiencias materiales y se orientan hacia Trabajos de armonización.

Herodias-Virgo, nos revela el estado del alma humana que ha formado parte de la naturaleza emocional. Ella simboliza los Trabajos de desprendimiento, de desapego, de servicio, de liberación del ciclo material. Es por ello que, una vez desaparecido la voluntad-esposo que ha dado vida al mundo de los deseos o, lo que es lo mismo, una vez que Filipo ha agotado el ciclo de la conquista emocional, el mundo edificado bajo la guía de las emociones debe dejar de dar frutos, debe quedar estéril.

Herodes-Capricornio representa la personalidad humana, que tiene todo un proceso creativo por delante. El sí tiene una esposa, la que queda recogida en su Casa VII bajo los ropajes de Cáncer, que no es Herodias. Capricornio debe desposarse con Cáncer, pues en verdad, lo que debe construir es la morada del amor, un amor puro y elevado, capaz de envolver al conjunto de la humanidad.

Sin embargo, Herodias se une a Herodes, y con ello viola el proceso de la ley pues, si el ciclo de experiencias materiales había culminado con Virgo, desposándose de nuevo con Capricornio asegura la perpetuación de lo material.

Cuando nuestros deseos nos llevan a violar las leyes, se produce un proceso muy interesante que vamos a detallar, y que ha quedado bien recogido en la crónica de este pasaje. Si nuestra consciencia no nos lleva a actuar de acuerdo con la ley, entonces la ley debe esperar "el día oportuno". Ese día coincide con el cumpleaños de Herodes, es decir, con el nacimiento de Malkuth; o lo que es lo mismo, ese día, es el 2º He, la fase de materialización, donde la ley se hace carne y nos lleva a aprender por la vía más rigurosa, la experiencia. Esa ley, que no penetra en nosotros de un modo voluntario, lo hará formando parte de nuestra existencia física, es por ello que Herodes hace prisionero a Juan.

Diremos, que teniendo la ley en nuestra cárcel personal, la alimentamos y nos aseguramos de que forme parte de nosotros. No tardará en desarrollarse el final de la historia, pues es preciso que esa fuerza que hemos hecho prisionera se libere de su situación.

Nos cuenta la crónica que, la hija de Herodias, supo ganarse las simpatías del rey a quien sedujo para que le obsequiara con el más caro de los regalos. Esa hija, esta representada en el Mándala astrológico por la Casa V, partiendo desde la Casa IX-Virgo-Herodias. Dicha Casa V coincide con el Ascendente-Capricornio-Herodes. Con ello deducimos, que el fruto de Herodias no es otro que el propio Herodes, es decir, el Mundo Material.

Herodes se veía reflejado en los encantos de aquella danzarina seductora, pues personificaba todos sus valores. El precio que tuvo que pagar Herodes por disfrutar de los encantos y favores de su propia naturaleza, no le satisfacía, pues le llevaba a poner fin a la cabeza de la ley, del orden divino.

Toda esta trama, escenifica una fiel realidad vivida a cada instante por nuestra personalidad humana. Podemos pensar que el final de esta historia es trágico, y que nos revela el triunfo de la materia sobre la personalidad espiritual, pero no es así. Recordemos como comienza Marcos su crónica evangélica, en el capitulo I. Su primer punto trata sobre la Misión de Juan, y en esos Trabajos veíamos dibujado los trazos del nacimiento de una Nueva Consciencia, la que vendría representada por Jesús.

Juan, como ya dijimos entonces, nos lleva hasta el final de un ciclo, donde nuestra personalidad material ha alcanzado su punto álgido, en el sentido de que se ha convertido en un experto conocedor de las leyes, del arte de vivir. La decapitación de Juan, debemos entenderla como la oportunidad de sustituir su cabeza por la de Jesús, y esto no es una suposición, ya que la Obra de Juan continuó en Jesús, y a partir de ese punto, Herodes -la personalidad material- debe estar dispuesto a recibir noticias de la Nueva Consciencia, una consciencia que no habla de dolor y rigor, sino de arrepentimiento y perdón; no habla de odio y venganza, sino de amor y bondad. Este arrepentimiento debe ser conquistado en la etapa Escorpio. Nuestro Herodes particular debe estar dispuesto a desposarse con Cáncer, la tierra del amor, y edificar un mundo donde el amor sea la moneda en curso.

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