jueves, 17 de diciembre de 2015

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Leo (III)

DEFENSA DE LOS DISCÍPULOS SOBRE LA OBSERVANCIA DEL SABADO

23 Caminando El a través de las mieses en día de sábado, sus discípulos, mientras iban, comenzaron a arrancar espigas. 24 Los fariseos le dijeron: Mira, ¿cómo hacen en Sábado lo que no está permitido? 25 Y les dijo: nunca habéis leído lo que hizo David cuando tuvo necesidad y sintió hambre él y los suyos? 26 Cómo entró en la casa de Dios, bajo el pontífice Abiatar, y comió los panes de la proposición, que no es licito comer sino a los sacerdotes, y los dio asimismo a los suyos? 27 Y añadió: El Sábado fue hecho a causa del hombre, y no el hombre por el Sábado 28 Y dueño del Sábado es el Hijo del hombre.


Si tuviésemos que buscar un alimento para representar el manjar Crístico, este seria, sin duda, el trigo con el que se elabora el pan de vida. ¿Por que el trigo?, se preguntará el estudiante. Pues, porque representa un largo y laborioso proceso de elaboración semejante al que se lleva a cabo en la consciencia. Con este pan de vida celebraría Jesús junto a sus discípulos, la consagración de la misa. Alimentarse del pan místico significa recibir el Cuerpo de Cristo; es decir, el fruto de su Trabajo, el Amor y el Perdón.

Es por ello que, cuando estamos analizando la dinámica del signo de Leo, aparece caminando a través de las mieses pues, con ello, nos está indicando con que tipo de frutos debemos alimentar nuestra consciencia. Astrológicamente, el pan está representando al signo de Virgo, ya que, como hemos dicho, con su colaboración culmina un proceso creativo. Esto mismo ocurre con dicho signo, el cual cierra los trabajos creadores iniciados en Aries. El mes de Virgo es el mes de las cosechas y, en él, a niveles internos debemos alimentar nuestra consciencia con el ideal de servicio.

Si situamos al signo de Leo en el Ascendente, Virgo, ocupará la Casa II, sector que nos anuncia con que tipo de energía se alimentará la personalidad inscrita en el Ascendente, en este caso, Leo. Si hemos dicho que Virgo es la capacidad de servicio adquirida tras la culminación de un largo proceso creativo, diremos ahora que la consciencia-Leo-Cristo debe alimentarse de esa esencia, de ese alimento, es decir, de la necesidad de servir pues, en esta actitud se encuentra la síntesis de todo un aprendizaje de vida.

Los obreros de Jesús, las diferentes tendencias que sirven a la obra Crística, se alimentan del potencial Crístico, de su sabiduría, de sus habilidades para vivir en el mundo sin generar nuevos procesos kármicos; pero lo hacia en Sábado y, en ese día sagrado para la ley antigua, estaba prohibido hacerlo.

¿Qué significado oculto encierra este pasaje evangélico?

Mientras que nos encontramos construyendo nuestra consciencia por la Vía de la Izquierda, por la senda de la experiencia material, es necesario respetar los preceptos del sábado, pues estos nos enseñan a inscribir en nuestro comportamiento que es necesario respetar la ley. Sin embargo, cuando los campos están listos para la cosecha y hemos agotado el ciclo de aprendizaje en esa Columna del Rigor, entonces, la observancia del sábado no es necesaria, y aquellos que se encuentran en la conquista de la Nueva Consciencia pueden alimentarse de las espigas de trigo, es decir, del fruto obtenido tras mucho bregar en esa senda.

Astrológicamente hablando, podemos decir que, mientras nuestra consciencia se encuentra aprendiendo por la Vía de la Izquierda, no habremos conquistado los Trabajos correspondientes a los Doce Arquetipos Cósmicos. Ahora bien, cuando hemos conquistados esos Trabajos de Unificación aparece Jesús, el cual, es capaz de rodearse de esas Doce Esencias, representando cada unas de ellas a un Arquetipo Zodiacal, y llevarlas a Trabajar para la Nueva Obra donde, el Sábado-Rigor cede su lugar al Amor-Jesús.

Jesús, dirigiéndose a los escribas-ley, les recuerda la actuación del rey David, el cual comió del pan sagrado de las proposiciones destinado tan solo a los sacerdotes. David simboliza la procedencia genealógica de la estirpe de Jesús. por mediación de su padre, José. Este dato nos revela, la rama espiritual en la que debemos situar a David, es decir, la Columna de la Derecha. El representa un peldaño en la escalera evolutiva que desemboca en la persona de Jesús. Siendo esto así, el Amor-Perdón le recuerda a la Ley-Rigor que, el Padre del Pueblo Judío, uno de los Padres de la Ley, trabajando para la construcción de la nueva naturaleza-amor, "violó" la propia ley.

En la conducta diaria, debemos interpretar este pasaje como la llamada a una reflexión dirigida al comportamiento. Si, cuando imperaban en nosotros la ley y el rigor con total libertad, en alguna ocasión hemos sido tocados por el perdón, ahora que nos encontramos en ese estado de consciencia, ¿por qué criticamos y censuramos el haber comido del alimento que ha hecho nacer la Nueva Consciencia?

"En verdad -proclama Jesús en una hermosa frase-, el Sábado, es decir, la ley, fue hecha a causa del hombre; esto es, para servir a la elaboración de la consciencia humana, y no el hombre por el Sábado; o lo que es lo mismo, para someterse a la ley".

El Hijo del Hombre es el verdadero dueño del sábado. Esa condición, que se atribuye Jesús. en este punto, viene a reafirmar que, el logro de la consciencia Crística, está en manos del Trabajo Humano, realizado en el mundo material. Cuando hayamos conquistado este Plano, donde verdaderamente impera la Ley de Jehová, entonces seremos dueños de la ley, del sábado, y habremos construido en nuestra naturaleza, la personalidad llamada Jesús, el Hijo del Hombre.

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