"El número diez completa el proceso creativo"."El número 10, formado por la adición de los cuatro primeros y que contiene al precedente, es el número perfecto por excelencia, puesto que representa todos los principios de la divinidad evolucionados y reunidos en una nueva divinidad". (Los Grandes Iniciados - Edward Shure).
Con el número diez, el proceso de creación llega a su fase final, la de los frutos.
Si observamos cual ha sido el resultado del proceso creativo llevado a cabo por Jehová, descubriremos el grandioso rostro del Universo. Podemos decir, igualmente, que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de su creador porque es portador del germen que le permitirá crear a sí mismo.
Cuando alcanzamos la fase diez en cualquier proceso, nos convertimos en frutos portadores de nuevas semillas. Esto lo vemos cuando analizamos de cerca al número diez. Si observamos bien, estamos ante el primer número de dos cifras. Sin embargo, a pesar de ello, si sumamos ambas nos llevará de nuevo a la unidad, del mismo modo que el fruto aportándonos nuevas semillas, nos permite renovar el proceso de la vida.
Por lo tanto, cuando estemos ante el diez debemos estar dispuesto a cambiar nuestro horizonte, ya que debemos saber que esa experiencia no dará más de si, al no ser creando, a partir de la misma, una nueva situación.
El diez representa la Tierra donde el hombre experimenta permanentemente. Es el plano de realización, de la manifestación práctica, y gracias a ello conseguimos conocer el verdadero valor de nuestras ideas y sentimientos.
Todos, tarde o temprano debemos convertirnos en diez, pues nuestro fin es llevar a la practica el potencial que llevamos dentro.
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