martes, 24 de mayo de 2016

El Lenguaje Sagrado de los Números: 8


"Con el número ocho penetramos en el descubrimiento de la verdad"

El número 8, representa Cabalísticamente al Centro Sefirótico Hod y astrológicamente al planeta Mercurio. Con esta información podremos extraer las claves necesarias para comprender el mensaje espiritual de este número.

Si con el siete alcanzamos el sentido de la belleza lúdica y placentera, con el ocho profundizamos en el interior de ese mundo con el propósito de escudriñar la razón de ser de esa belleza. Mientras que el siete es generoso y expansivo en sus manifestaciones, el ocho nos presenta un marco más selecto donde lo primordial no es lo estético, sino lo práctico. ¿Por qué esto es así?.

Si estudiamos la ubicación sefirótica del Centro Hod, observamos que se sitúa en la Columna de la Izquierda del Árbol Cabalístico, la cual se encuentra regida por Binah-Ley. En dicha Columna realiza funciones He, es decir, interiorizadora, por lo que su papel primordial es profundizar en el estudio de la Ley, esto es, conocer la razón de todas las cosas, de ahí que el número ocho nos acerque a los trabajos del encuentro con la verdad a través de la comprensión.

Cuando la vida nos lleva a desarrollar las funciones del número ocho, nuestro comportamiento será poco demostrativo desde el punto de vista emocional. La previsión, el cálculo, la planificación, serán aspectos que formarán parte de nuestras actitudes. Es el momento ideal para llevar a cabo un estudio profundo de lo que somos, de quiénes somos, de indagar en el sentido profundo de la existencia. Pero sobre todo, es el momento justo para que nos encontremos a nosotros mismos, que nos comprendamos, que seamos consecuentes con lo que pensamos, y que lo que pensamos sea fruto de nuestra propia cosecha.

"La verdad os hará libres", y esa verdad es la ruta que se nos exige recorrer cuando abordamos los trabajos del número ocho. Si nos tomamos unos minutos para observar lo que ocurre a nuestro alrededor, o porque no, en nosotros, comprobaremos que nuestro comportamiento responde en gran medida al modo de pensar de aquellas personas que han influido en nuestra vida. Todo el mundo parece tener la intención de comunicar "la verdad" a los demás, sin embargo, esa verdad, de ser aceptada no nos hará libres, sino todo lo contrario, limita nuestro propio aprendizaje.


Aquel que se conquista así mismo, no trata de imponer su verdad a los demás, pues comprende que cada ser tiene su propia conciencia y por lo tanto, debe ser coherente con esa verdad.

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