sábado, 31 de mayo de 2014

El Tarot: "La Sacerdotiza - El Beith"

El Beith es la segunda letra-fuerza y representa la etapa de interiorización (He) del Designio Divino (Yod), que como hemos visto, emana del Aleph, la Fuente de la Vida, el Propósito del Yo Espiritual que nos anima. Por lo tanto, estamos ante un proceso de condensación de la Luz Divina, la cual se manifiesta como el potencial del Amor.
Desde el punto de vista humano esta manifestación se traduce como amor no revelado, pues se trata de un descubrimiento interno del que aún nos somos conscientes. A nivel de elemento, representa al Fuego en su segunda fase, la interiorizadora, por lo que podemos decir, que nos sentimos "preñados" de luz, produciéndose un estado de Iluminación interior.
En el terreno zodiacal, el Beith corresponde al signo de Leo, lo que nos lleva a describir un estado de fidelidad a lo superior, a los valores más elevados que intuimos deben guiar nuestra existencia. En el orden planetario, queda bajo la regencia de Urano, por lo que concluimos que el Séfira que expresa la Sabiduría Divina matizará con esta cualidad el mensaje que se desprende de este Arcano.
La letra-fuerza Beith queda expresada en el tarot por el Arcano nº 2, la Sacerdotisa, la cual nos representa una figura femenina queriendo expresar con ello, que la Sabiduría y el Amor requiere de un proceso de "pasividad" que debe ser entendido como una fase de interiorización en la que la principal conquista es el desarrollo de la naturaleza emocional.
En el Beith, Sacerdotisa, la Fuerza se encuentra encerrada, y debemos decir, que en todo proceso creador, la fase He característica de este Arcano debe contemplarse como un paso ineludible y previo a todo propósito de concretizar. Esto debemos entenderlo como un estado de madurez, de autoconocimiento, como preámbulo al trabajo de transformación externa. De esta secuencia se deduce, que para poder transformar lo externo, antes es necesario haber llevado a cabo ese mismo proceso de cambio pero a nivel interno. No podemos dar lo que no tenemos, ni ser lo que no somos.
En el terreno interpretativo, la Sacerdotisa expresa toda idea de secreto, misterio. Es un no a corto plazo, aunque puede traducirse como un sí, pero teniendo en cuenta que debemos saber esperar el transcurso de un proceso de gestación.
Para una mujer puede anunciar el estado de buena esperanza, pero igualmente, podemos interpretar que nos encontramos ante una persona de gran sabiduría que sin duda alguna con su ejemplo nos revelará los trabajos que debemos realizar para llevar a cabo nuestro Designio Divino.
Dado que la posición ideal de este Arcano es en fase He (2ª posición en un tiraje de cuatro cartas), cuando aparece en otro lugar podemos esperar obstáculos en relación al tema de la consulta. Algo oculto y que no esperábamos se revelará para oponerse a la realización del propósito que nos mueve.
En el lenguaje jeroglífico, el Beith representa la boca del hombre como órgano de la palabra, que no debemos confundir con la acción de hablar. Aquí se trata de la capacidad interna para conocer el contenido del Propósito Divino, lo que nos permitirá desarrollar la capacidad para nombrarlo. La palabra debe ser entendida en esta fase como una elaboración interior del ser.
Otra de las ideas que se deduce de los atributos descritos en relación al Beith, es la de Arquetipo de Morada, de ahí que se le atribuya la idea de santuario donde se desarrolla una acción interior y activa que da lugar a la enseñanza, al conocimiento de las sagradas ciencias, de la ley, de la gnosis, de la ciencia oculta, de la cábala.

En cuanto a la simbología que nos transmite este Arcano, lo primero que nos llama la atención es que viene representada por una mujer que se encuentra en estado sentada, en oposición al primer Arcano, que nos representaba al hombre de pie. Mientras que este último nos expresa la situación de actividad e iniciativa, la mujer sentada nos describe el potencial de la pasividad y de la interiorización.
Su figura se encuentra bajo dos columnas, símbolo de la dualidad, lo positivo y lo negativo. Sobre su cabeza encontramos una tiara sobre la que descansa el creciente lunar. Sobre su pecho una cruz y sobre sus rodillas, parcialmente oculto por el manto, un libro, se trata del libro de la sabiduría que en esta fase se encuentra oculto a los ojos del profano.
Finalizamos este resumen advirtiendo que nos encontramos con un Arcano cuyo objetivo es aportarnos su iluminación, de tal modo, que nuestro comportamiento se ajuste al Designio Divino. Su manifestación puede parecernos en muchas ocasiones destructiva, pero no olvidemos que aquello que desintegre de nuestra vida es porque no se ajusta al orden divino, es decir, lo que estamos edificando no cuenta con el material del Amor.

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